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domingo, 10 de julio de 2011

Sin miedo al amor

 Lo quería  con locura. Esa locura que te hace perder todo contacto con la realidad. Así lo quería   a él. Sin ver más allá. Y sin pensar en las consecuencias de nuestros actos. Sencillamente lo  amaba a pesar de la distancia y a pesar de los obstáculos que encontramos. Sí, nuestra  relación había sido como son muchas de las relaciones de hoy en día, por internet. Pero desnudamos nuestra alma, nuestros sentimientos y nuestras pasiones.

 Yo le entregué todo, le dí mis horas, mi amor, mi respeto y mi cariño.  Estaba enamorada y loca de amor, ese amor que te rejuvenece y te saca de la monotonía, ese amor que te hace enloquecer y sentír que tú vida la manejas tú y que con su más amplia sonrisa te saluda cada mañana. Volvía a sentír las maravillosas mariposas en el estómago, esas mariposas que ya no recordaba sentír. Encendíamos el fuego de la pasión cada noche y  jugabamos a juegos prohibidos . Sus palabras sonaban en mis oídos como cantos de ángeles y cada frase que él escribía, aceleraba mi pulso y el ritmo de mi corazón. Nunca había vivido un amor tan pasional. Mis 10 años de matrimonio habían instaurado en mi cierta monotonía y aburrimiento. Me había aburrido de mi marido y del sexo. Pero él, encendió de nuevo la llama de la pasión.



Una noche, decidimos irnos juntos. El venía de una cena y estaba muy contento. Sus proyectos iban saliendo tal cuál él quería y estaba radiante. Empezamos a planear como sería el vivír los dos juntos.La pasión y el nerviosismo empezaron a hacer mella en nosotros.  Dejaríamos  nuestra vida atrás. Hicimos planes y nos llenamos de ilusiones.  Eramos el complemento perfecto el uno del otro. Nos reuniriamos en Venecia, en el hotel Palazzo del  Giglio, muy cerca de la plaza de San Marcos. Ahí sería nuestro primer encuentro. Ya estaba todo planeado. Daba por finiquitada la que había sido mi vida hasta ahora. Esa noche cerré el ordenador y soñé despierta. Dentro de una semana estaría con él. Mi amor, el amor de mi vida, por fín haríamos una vida en común, por fín se acabarían las horas de ordenador y pasaríamos al contacto de piel con piel, beso sobre beso, dosis altas de pasión y sexo, todo regado con una buena dosis de amor y cariño.

Arreglé todas mis cosas para poder marcharme con él. Lo más duro fue decirselo a mi marido. No teníamos hijos por lo que el daño era menor. Pero mi marido pensaba que me había vuelto loca. Loca de remate.Pero me daba igual, yo solo quería irme con él, y no sufría ni tan siquiera por quién había compartido mi vida durante 10 años. Era mi marido un hombre bueno y de principios, muy trabajador y responsable. Pero...él era mejor!! Realmente estaba ciega de amor, sin voluntad para escoger ni decidír.

Una semana después, estaba yo en Venecia,  arrastraba mi maleta y en ella estaba toda mi vida anterior. El llegó un poco más tarde que yo.Pero  ahí estaba él. Alto, esbelto, guapo, simpático, inteligente ¿qué le faltaba? nada, era el hombre perfecto, el que me hacía sonreir a todas horas, el que me adulaba y me decía palabras tiernas y cariñosas. !!Había dejado su vida para reunirse conmigo!! . Su mujer...sus hijos...todo lo había dejado para pasar el resto de su vida a mi lado.

- Qué ganas por fín de abrazarte, de tenerte, de ser tuyo sin ninguna limitación.

Yo sonreía como una tonta embelesada por su belleza. Dejó la maleta y nos abrazamos, nos besamos con una pasión que yo desconocía hasta entonces.Queríamos recuperar el tiempo perdido trás el ordenador.

- Anda muñeca, ven aquí. Tengo una conferencia dentro de 5 horas y después...se termina nuestro tiempo,volveremos a nuestra rutina de siempre, a nuestros matrimonios aburridos, pero con la esperanza de que esto se vuelva a repetír.

Yo había planeado una vida en común, cuándo él solo quería salír de la rutina de su matrimonio. Habíamos quedado en Venecia por que tenía una conferencia!. Nada de vida en común, nada de amor idílico...mi vida rota por una cana al aire. De golpe me dí cuenta de todo. El nunca me quiso. Nunca quiso hablar de amor conmigo, me decía que eso lo dejaba para cuándo la vida nos uniera. Yo había interpretado que en Venecia, comenzabamos nuestra vida juntos, él...solo estaba soñando despierto,imaginando un futuro distinto al suyo, sin cargas familiares y donde el centro de su vida sería el placer y el vivir como a él le apetecía. El jugó a imaginar y yo me enamoré. La noche de pasión nos hizo soñar, yo soñe con vivír el resto de los días con él, él soñó con tenerme, con unas cuántas noches de pasión y...volver con su familia.


 No dejé que viera mi cara de desencanto. Mis entrañas se revolvían de asco con su sola presencia. ¿Como había podído jugar conmigo de esa forma ?. El debió de pensar, que yo solo quería unas noches de pasión y sexo y...de vuelta a casa, igual que lo deseaba él.Pero lo habíamos hablado alto y claro. Nos reuniríamos en Venecia para iniciar una nueva vida juntos.Esa noche, soñó despierto conmigo. Soñó una vida distinta y se lanzó a decirlo,sin pensar, que para mí no era un juego. Jugó con mis sentimientos y con mi vida.

Solo hablaba él, parloteaba y se reía de sus propias gracias. Yo estaba anonadada y enloquecida de rabia interiormente. Rapidamente sacó cuatro cosas de la maleta, entre ellas, un frasco de viagra. No sé lo que me ocurrió ni por qué lo hice, pero le dije que fuera a la ducha y yo recogía sus cosas y le iba preparando "su pastilla". En un poco de agua, puse 9 viagras machacadas y las revolví bien. Fuí al baño y le entregué el vaso con agua. Hasta que ví que se lo bebía todo, no me marché.

Había destrozado mi vida, y ahora yo destrozaría la suya.


  Ahora adulador, mañana traidor.

4 comentarios:

  1. Vaya tela, jaja, no tengo experiencia en el asunto de la viagra pero me imagino que si se tomó las 9 pastillas y luego no tenía donde (llamémosle "consolarla") lo tuvo que pasar mal.

    Hala, que se aguante, por jugar con los sentimientos de la gente.

    Besos

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  2. pues sí nena, ¿¿te lo imaginas con las 9 viagras??jajajjajaja vayaaa tela que miedo encontrarselo!!!!Mil gracias Maria y mil besos y sobre todo,otros mil por quitar ayer el post que te pedí.Midala

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  3. ¿Así que estás relacionada con aquél hombre que no quería salir de un canal veneciano hasta que la policía lo forzó a salir y ¡oh, sorpresa! Imposible bajarle el enamoramiento por la ciudad? ¡Qué barbaridad! De lo que uno viene a enterarse en tu formidable blog.
    Felicitaciones. Un abrazo.

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  4. Bueno...tanto como relacionada....¿¿Te imaginarias la cara de mi marido??jajajjajaja.Oye...pero el invento de las viagras...como que me mola eh???Nooo,es broma,me imagino que si metes esa cantidad de viagras te puede dar un infarto que veriamos donde terminaba este hombre tan guapoo y formidable.Gracias Julio por pasarte por aquí.

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