"Si alguien me pregunta si esto es real o es un sueño diría sin
dudarlo que era un sueño. Nuestra vida era sencilla. Papá tenía un trabajo
estable, era empresario. Y mamá era enfermera. Nuestra vida era como la
vuestra, tranquila y sin sobresaltos. Papá siempre le decía a mamá que dejara
su trabajo y pasara a trabajar como secretaria de él, pero ella no quería,
decía que una relación tiene que tener su espacio. Papá ya se había cansado de
tanto insistir y la había dado por imposible. La verdad es que mamá trabajaba
mucho, ya que era enfermera de urgencias, y con las guardias...pasaba muchas
horas en el hospital. Y yo...soy Ángela, su hija. Este año termino mis
estudios, por fin, y me imagino que como todos pasaré al paro, aunque siempre
tengo la opción de pasar a la oficina de papá. Hasta hace dos días, mis
preocupaciones eran esas, buscarme la vida.
Todo cambio el día en que salí pronto de la universidad, y decidí ir a
buscar a papá para que me invitara a comer fuera. La tarde la tenía complicada
y me venía mejor comer algo rápido y vuelta a la universidad. Llegué acelerada
y la secretaria de papá no estaba, por lo que abrí la puerta sin pedir permiso
y entré. Lo de entrar...es un decir. Me quedé en la puerta, parada, sin creer
lo que estaba viendo. Mi padre estaba con su secretaria en el sillón, retozando
como un loco. Aurelia, que así se llama, es la típica mujer que siempre a sido
mayor. Era imposible que esa mujer le gustase a mi padre, porque solo mirarla
te olía a naftalina, era anticuada, cursi y repipi. Pero estaba claro que esa
era su apariencia, porque parecía que papá lo estaba pasando genial con ella.
Cerré despacio la puerta, sin que ellos se percataran de que los había visto y
salí de allí como alma que persigue el diablo.
Corrí y corrí hasta agotarme. El muy cerdo...le estaba poniendo a mi
madre unos cuernos como los de Islero, el toro que mató a Manolete. Pero se iba
a enterar, porque esto no iba a quedar así. Cogí un bus para ir al hospital y
mi cabeza daba vueltas viendo la imagen de mi padre ¡Con la cursi esa! Y es que
parecía que me daba más rabia por lo cursi que era, comparada con mi madre era
como comparar a Lady Diana con Camila. O mi padre se estaba quedando ciego o
mucho sabía esa lagarta. Llegue al hospital como los perros, con la lengua de
fuera. Encontré a la entrada a Zaira, una amiga de mamá y me dijo que se estaba
cambiando, que ya salía. Entre precipitadamente en el cuarto donde se cambian
y.....ohhhhh sorpresaaaa, mamá estaba retozando como una loca con un médico. No
daba crédito a lo que estaba viendo. ¡Mi familia se había vuelto loca de
remate! Esta vez, si que no cerré la puerta sin ser vista, esta vez grite con
todas mis fuerzas "Mamáaaaaaaaaaa". Creo que se enteró todo el
hospital, y si soy sincera, me daba igual. Mi madre se vistió corriendo y
apabullada le pedía disculpas a "su compañero" mientras yo observaba
desde la puerta pensando que mis padres eran unos pervertidos. Mama se vistió y
me agarró del brazo tirando de mí hacia la calle. Yo muy enfadada, me solté y
le dije que no me tocara, que yo iba allí a contarle que había cazado a papa
con su secretaria y llego al hospital y la veo a ella con un médico. Mamá me
observó en silencio y solo me dijo: - Tenemos que hablar -
Llamó a papa por teléfono y le dijo que fuera inmediatamente a casa
que teníamos que hablar los tres. Yo estaba herida y enfadada, no entendía lo que
le había ocurrido a mi familia. Cuando llegamos, me hicieron pasar al salón y
fue papa el que habló:
- Hija, a tú no te falta nada, y a tu madre tampoco. Las normas para
que un matrimonio funcione, las pone el mismo matrimonio. Yo se que tu madre
tiene aventuras y ella sabe que yo las tengo, pero no nos importa, nosotros nos
queremos, lo nuestro funciona, a pesar de nuestros escarceos. Ya eres mayor, y
en algún momento tenías que enterarte. Quizás no fue la mejor forma, pero debes
de respetar nuestra decisión. Todos somos felices y las normas las ponemos
nosotros.-
En ese momento no lo entendí. Me marché de casa a vivir con mis
abuelos. No quería ni verlos. Y cada vez que pensaba en papá pensaba en ¡la
naftalinosa esa!. Ellos llamaban y venían a verme pero yo no quería saber nada
de sus liberalismos, de su matrimonio falso y de su falsa felicidad. Estaba
dolida con ellos. Tuvieron que pasar muchos años para que llegara a
comprenderlos, que no es lo mismo que aceptarlo. Comprendí que las reglas las
pusieron ellos de mutuo acuerdo y que quizás a su manera se querían, o quizás
se querían más que cualquier otro matrimonio. Nunca comprendí ese liberalismo
de mis padres, quizás por ello, yo decidí meterme monja y para rematarla, de
clausura. Sigo sin entender a mis padres, pero respeto su forma de llevar su
matrimonio...yo vivo mi clausura y ellos no pueden verme. O sea...así somos
todos felices, ellos con su liberalismo y yo diciéndole al señor que les
perdone porque no ¡saben lo que hacen!"
El adulterio es justificable: el alma necesita pocas cosas; el cuerpo
muchas.
Excelente relato.
ResponderEliminar¡Qué medida más drástica! nada menos que monja de clausura.
ResponderEliminarMe gusta la cita de Herbert (que ya conocía), yla verdad es que de esto hay más de lo que parece.
Tremendo relato, lamento que se haya castigado ella.
ResponderEliminarNo entiendo esas parejas, y hay muchas
un abrazo
Me alegra tu vuelta, Midala.
ResponderEliminarComo siempre, es un placer leerte.
Un abrazo,
Buenoooo, jajajaja. Estando de acuerdos las dos partes, nada que objetar. Qué radical la hija, por lo menos los padres le dan salsa al cuerpo, ella ni eso...digo yo...
ResponderEliminarBesotes!!
Jajaja, pues estando ambos conforme no hay perro que ladre, jejeje. Muy inesperado, como es habitual en ti ;). Un beso y feliz finde!!
ResponderEliminarNo creo que te hayas metido de monja
ResponderEliminara las monjas de clausura no se les permite tener comunicacion con el exterior, mucho menos acceso a internet. Y por tu forma de expresarte no creo que seas una
Anónimo...esto...es un relato que nada tiene que ver conmigo ni con mi vida. Ninguno de los relatos tiene nadaaaa que ver conmigo, son historias inventadas, ficticias....por lo tanto....no..no soy monja jajajajajajjajaj. Millllll besitos y mil gracias por pasarte por aquí.
EliminarComo siempre me atrapó tu relato; padres super modernos ¿no?.
ResponderEliminarLástima que la hija "pagó" por los pecados de los padres. Muy bueno. Un beso
Me ha encantado.
ResponderEliminarMe estoy preguntando muy seriamente ¿Es el hombre ,la mujer monógamos?
y no pretendo hacer un chiste .
Un placer siempre venir a tu casa aunque no comente.
Besos
Que buen relato. Y que lástima que la hija halla tenido que pagar por así decirlo la forma de llevar el matrimonio de sus padres.
ResponderEliminarUn placer haber leído tu relato.
Saludos.
tredg
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EliminarLindo relato. Muy buen final y excelente la moraleja.
ResponderEliminarUn beso.
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EliminarMuy buen relato. Excelente el desenlace y mejor aún la moraleja.
ResponderEliminarUna vez una chica me dijo que antes o después en una pareja siempre había cuernos, pero que otra cosa es que se supiese. He de decir que cada vez estoy más de acuerdo.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Te dejo mi blog por si quieres pasarte. Un saludo.
http://micuriosocaso.blogspot.co.uk/
ENTONCES TODO EL RELATO ES MENTIRA? COMO EL FALSO MATRIMONIO
ResponderEliminarEl relato puede ser verdadero y es muy probable que se de 6 de 10 y si las camas hablaran? El matrimonio es verdaderamente y no tiene nada de falso, las personas son las falsas en hipócritas!
Eliminara cojer se ha dicho
ResponderEliminarBueno creo que en una pareja debe d aver la comunicación siempre y la confianza si no todo esta perdido
ResponderEliminarIncreible el Relato, que se descubriera el matrimonio el mismo día y de una forma infragante, no dudo que existan parejas finger, pero descubrir a ambos miembros el mismo día y de esa manera sin previsión alguna, se lo creerea Matilde.
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ResponderEliminarEl escrito muy bueno y me da gusto haber dado con este espacio. El tema como sabemos es extenso y se ha hablado de él mucho (y se seguirá hablando en un futuro, por supuesto); y con su permiso quisiera dejar sugerido un artículo de otro sitio titulado Historias de mujeres infieles
ResponderEliminarhttps://alexanderstrauffon.blogspot.com/2007/04/historias-de-mujeres-infieles.html