Hace tanta calor....

Adolfo estaba apurado porque quería llegar cuánto antes al gimnasio. Pretendía nadar un rato y después ir a la sauna, pero el cliente no daba terminado de hacer la compra y tendría que salír más tarde. Si lograba vender este coche, se llevaría una buena comisión, por lo que ponía sus mejores armas encima de la mesa para que esa parejita joven se animaran a comprarle el coche. No quería apurarlos, pués sabía por experiencia que las prisas nunca son buenas, y que era mejor ir convenciendolos con mucha calma de que ese era el coche ideal para ellos, aunque ellos hablaban de "tunearlo" y a  Adolfo le empezaban a sacar de sus casillas con tanta tontería, pero en realidad a él le daba igual con tal de vender el vehículo.

Una hora y media más tarde, Adolfo salió del concesionario con su bolsa de deportes y la sonrisa pintada en los labios, tendria una buenisima comisión. Este mes podría permitirse algun capricho, quizás una ayudita para un viaje o cambiar la nevera que  le estaba tirando agua. Mejor el viaje. Ahora se le hacía muy tarde para ír al gimnasio, ya no le daba tiempoo a nada, tan solo a ír un rato a la sauna, pués ya iban a cerrar y tenía el tiempo contado.

Dejó todas sus cosas en la taquilla y se puso el bañador. Apuró el paso para llegar cuánto antes a la sauna. Había una persona y hacía un calor insoportable, pero a él eso precisamente lo relajaba muchisimo. Seguidamente se iría a la zona del hielo para esparcirlo por su cuerpo. Ese contraste de calor-frío le tonificaba los músculos y realmente quedaba relajado.  Empezó a sudar y parecía que no respiraba adecuadamente, pero era el exceso de calor. Se tumbó en los asientos. Al rato, el señor que estaba a su lado se marchó y él quedó solo. Estaba colorado y sudaba sin parar. Pensaba en su gran venta de hoy. Se atusó el pelo y sonriendo cogió la toalla para sacarse el sudor. El calor era insoportable.Pero tenía que estar por lo menos 20 minutos, ya que no había ido a nadar, por lo menos duplicaría el tiempo de la sauna. Lo malo es que con las prisas se había olvidado de llevar el agua. Vaya torpeza. Tenía ganas de beber y un calor empezaba a ser insoportable.sabía que 20 minutos era mucho tiempo, pero no importaba, el aguantaba el calor y se iría relajado a casa. Cuándo ya llevaba un rato, quiso levantarse y notó que se mareaba, por lo que siguió acostado otro rato. Cuando volvió a intentar levantarse, cayó desplomado en el suelo.

Las luces se empezaban a apagar por partes y Kiko, empezaba la ronda de por la noche, para comprobar antes de cerrar que todo estuviera en orden. Miró a través de los cristales de las saunas, y no vió a nadie, por lo que siguió haciendo su ronda. Pasó media hora comprobando todo y apagó las luces de todo el gimnasio.Todo quedó a oscuras y cerrado a cal y canto hasta el día siguiente.

Sarna con gusto, no pica