Eugenia pronto empezó a buscarse la vida. Recordó cuándo iba al colegio, que le habían enseñado a coser y a ella le gustaba mucho la costura. Pronto vió una salida en esa profesión. Alquiló un bajo muy chiquitito y se compró una maquina de coser.Rapidamente todas las niñas del pueblo le hacían visitas en la tienda para llevarle las cremalleras para coser...o los bajos de los pantalones...o incluso los botones de los anoraks...Eugenia siempre tenía algo que coser...y sino...hacía manteles con encajes de camariñas y los exponía en el escaparate. Pronto fué muy conocida en los alrededores de los pueblos vecinos y su clientela empezó a crecer.Por su parte Juan, se puso a trabajar en un barco.Salían cuándo la marea estaba bien y volvían cuándo habían pescado lo suficiente como para venderlo en los mercados. La vida les había cambiado pero eran felices.Pasaban muchas noches dando paseos por la playa y jugando con las olas, como si el tiempo volviera para atrás y fueran niños adolescentes. Habían alquilado una casita pequeñita con un jardín, y tenían un perro. El paro les había llevado a este extremo del mapa pero ahí habían encontrado la felicidad. Por las noches, desde su casita, veían el mar como se revolvía y rujía y su espuma se convertía en todo un espectáculo,pués era de color verde fosforito, debído a su alto grado de algas marinas.Pasaban horas contemplando esa visión que los tenía ensimismados. !Olas de color verde!.
Una mañana como otra cualquiera, Juan se despidió de Eugenia con un beso largo y un te quiero. Y tres días después, la marea trajo el resto del barco de Juan. El temporal había hundido el barco y con él a todos sus tripulantes. Eugenia nunca volvió a recuperar el cuerpo de Juan. Aún hoy, se la vé muchas noches en la playa esperandolo, sentada en la arena, sollozando . Había encontrado el amor y el mar se lo había llevado para siempre. Solo le quedaban sus recuerdos..de sus brazos fuertes y sus besos salados...y un amor infinito que ni el mar podía separar.Su recuerdo perduraría toda la vida y sus buenos momentos vividos juntos, pero a Eugenia le parecía imposible que no volviera y todas las noches a lo largo de su vida, fué a esperarlo.
Hay seres que parten y dejan su huella, hay otros que parten y dejan problemas, pero todos parten y nos enseñan una lección de vida.
Hersson Piratoba
Me has hecho pensar en lo caprichosa que es la vida, que nos da y nos quita y vuelve otra vez a dar y quitar.
ResponderEliminarBesos
Como no salga mi comentario (me tienen algo así como baneada) juro que me hincho a dulces y chocolate hasta que me caiga de la cama por los dos lados.
Hola mi querida Midala...tremenda historia de amor, porque yo siempre he creído que el amor nunca se acaba, que aunque sea dolorosa la separación física, el amor sigue viviendo. Me encantó tu reflexión de cierre y te felicito con un fuerte abrazo.
ResponderEliminarAlgunas lecciones cuesta aprenderlas pero es lo que tiene la vida, una de cal y otra de arena, así sabemos discernir lo bueno de lo malo y lo peor.
ResponderEliminarBesosss!!!
La vida siempre es un "toma y daca" que no conseguimos entender. Quienes creen dicen que todo tiene un sentido; quienes no hablan de injusticia en esa misma vida. Lo único cierto es que siempre estamos "vendidos".
ResponderEliminarMe encantan tus historias.
ResponderEliminarMe gustan por la realidad que les imprimes y ese halo de magia,de imaginación, de romanticismo.
La de hoy pinta la felicidad para luego borrarla teniendo el mar como fondo arrebatador.
Y me parce preciosa.
Besos.
Maria, niiiii se te ocurra comer chocolate hasta caerte de la cama por los dos lados!!!!!!!!!ya ves que tu comentario sale peroooo tengo que validarlo antes,porque sino,ni me enteraba si mandabais una contestación a relatos de hace tiempo,por eso decidí validarlos.Milllll gracias mi niña y...que no te haga pensar mucho,eso no es bueno!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarCinarizina,yo también pienso como tú,que el amor no lo puede separar ni la muerte,los recuerdos y las vivencias ahi están,no se las lleva la muerte.Millllll besitos y milllllll graciassss
Ion,si señora, a veces lo que creemos que es malo fijate...nos sale por peteneras y resulta que es buenisimo.Milllllll besitossss corazón y cientossssssssss de gracias!!!
Chesana, y tan cierto como la vida misma.Estamos totalmente vendidos.Nunca sabemos donde la tenemos y por ello debemos disfrutar cada segundo de nuestra vida.Millllllllll besitossss y milllllllllll graciassssssssss
Marinel millllllllll graciasssss,que bonito eso que comentas.Es cierto que intento poner historias tiernas,pèro..estoy intentandoo,y digo intentando,hacer alguna que no me gusta,porque pienso que debo escribír de todo aunque a mi no me guste.Millllll graciassssssss y millllllllll besossssssssssss
Tal vez buscando un sentido de justicia a la vida nos perdemos de comprenderla, o al menos de sacar el mejor partido de sus movimientos; si en tal caso el planeta tiene una noción de justicia, creo que su comprensión es inasible para la mente humana, siempre tan cercana a la ley del talión.
ResponderEliminarNo obstante, comparto la sensación de vacío ante el final de la historia. Pero también es cierto que las historias no son sus finales ni sus principios, si no lo vivido, lo atesorado por el alma... sería bueno que esta certeza de finitud absoluta nos lleve a disfrutar de la presente con pasión y alegría.
Un fuerte abrazo, me hizo acordar un poco al "En el muelle de San Blas".
¡Ay!, pero qué relato tan conmovedor!
ResponderEliminarQuédate con lo que te haya reportado la historia anterior, y no repares demasiado en el final.
Me gustó especialmente ese repentino cambio en la historia, cuando pasaste de tanta dicha a la tragedia. Fue como haber ido subiendo lentamente en la montaña rusa y de repente iniciar bruscamente el descenso.
ResponderEliminarUna linda historia.
Saludos.
Todas las tragedias ocurren de repente, de forma inesperada.
ResponderEliminarPor eso duelen más.
Besos.
Hola Midala, conmovedor relato, pudieron ser felices, esos momentos que llaman felicidad. Un abrazo
ResponderEliminarVaya, y yo que estaba tan contenta de que el paro hubiera servido al menos para hacer nacer el amor entre dos personas...! Joooo, no valeee...!
ResponderEliminar:-C
Un beso!
Hola
ResponderEliminarVengo del blog de Ion, Tierra de Violetas.
La vida es complicada y dura, Eugenia y Juan eran felices, se habían adaptado a su nueva vida y, el mar, puso abrió una gran herida. Caray, con el final, duro.
Saludos.
No quiero que acabe así, Midala. La vida es triste, siempre nos vamos los unos antes que los otros y no es justo. ¿Cómo acabar un relato, en qué momento cortar para que la realidad sea más bonita? Después de tanta penuria económica al menos podía haber durado un poco más el amor. Pero así es la vida, ya lo sé, ya lo sé ya!!
ResponderEliminarBesos corazón.
Midala, vengo a visitarte desde Lapislazuli, es una persona muy generosa que quiere ampliar el círculo de amigos. De tu historia, con triste final, me quedo con los lugares donde vivieron sus horas felices, serán imborrables, un abrazo.
ResponderEliminarJuan, mil gracias por leerte esta historia .A tí te recordó al muelle de san blas de Maná y a mi me vino esta historia a la cabeza viendo una escena de una mujer esperando a que llegara el barco de su marido o...lo que quedaba del barco.Millll besitos y milll gracias
ResponderEliminarPiliMariaPilar, bienvenidaaa a tu casa!!!me alegra un monton ver gente nueva. Desde luego, tenemos que quedarnos con lo bueno y vivir con lo malo.Milllllll besitossss y milll gracias
Enmanuel carrizo, sí, eso pretendía, llevaros de la alegría a la cruda realidad. Espero que te gustara .Millllllllll besitos y milllll graciasss
Toro salvaje, si, las tragedias no piden permiso, aparecen en nuestras vidas de repente y...la joroban!!Mil besitos y milll gracias
Lapislazuli, si mi niña, supieron por lo menosss lo que era la felicidad, otros..nunca lo saben.Milllllllllll besosss y mil gracias
Mercedes jajajajjajaja bueno...tendremos que poner alguna de final super feliz,pero si miras las primera de todo, esas terminan siempre muy bien, ahora estoy intentando yo conmigo mismo,poner otro tipo de finales,que es algo que me cuesta y mucho.Millll besitos y millll graciassssssssss
Maria Eugenia, esta Ion...nos lleva por todas partes jajajajjajaja.Es un amor.Me paso por tu blog ahora mismo.Gracias por pasarte por aquí y asi poder conocerte.Milllll besitossssssssss
Merchi jajajjajajaj me da...que este final es casi imposibleeee de cambiarlo jajajjajajajajaj.Y es que me muero de la risa con vosotras.Algun final lo cambié porque me lo habian pedido pero este...es muy complicado de cambiar!!!!Millllllllllllllll besitosssssssssssssssssssss
Maria cristina, millllllllllll gracias por pasarte por aquí y es que lapislazuli es...otro amor!!!Igual que ion...bueno...es que yo sigo unos blogs en los que toda la gente sobre sale por ser especial o por lo menos para mi.Milll gracias y me voy a tu blog . besitosssssssssssssssssssss
Cuando las cosas no se ven venir son mas dolorosas y tardan mas en cicatrizar si algún día llegan a curarse...
ResponderEliminarpuede que ese dolor siempre quede como una astilla.
Besitos:)
Madre mía Midala no me había dado cuenta que te tenía tan olvidada...
po