Se pasó 40 años de su vida buscándolo, y ahora, lo tiene enfrente de él. La casualidad, hizo que se volvieran a cruzar de nuevo, aunque las circunstancias eran distintas. Alón, paseaba por las calles de un pueblecito del sur español, cuándo lo vio entrando en un banco. Pálido, cruzó y esperó a que saliera. Volvía a verlo de nuevo. Había pasado mucho tiempo y estaba cambiado, pero estaba seguro de que era él. Tenía su cara grabadas en su memoria y llevaba muchos años buscándolos. Ellos habían sido los causantes de un dolor inmenso y sabía que no todos habían sido juzgados, que muchos habían huido y estaban libres. Y hoy, lo tiene a dos pasos. Salió un hombre del banco, apuesto y elegante, alto, de pelo claro y bigote. Parecía que los años no hacían mella en él, y a pesar de su avanzada edad, parecía un anciano esbelto y atractivo. Lleva un maletín en la mano. Alón ya está seguro de que es él, y tiene que pensar apresuradamente. O llama a la Organización o lo hace él. No tiene tiempo para pensar y no quiere tampoco perder la ocasión de que se le escape. Sabía que en el sur español, había por lo menos, dos de las personas que él buscaba. Pensaba que ya serían las últimas, dado el tiempo que hacía que habían ocurrido los ecos. Decidió poner la maquinaria en marcha y realizar la llamada. Con un simple tono a un número, la maquinaria comenzó a moverse. Pronto le dirían que hacer. Llevaba años buscando al doctor muerte, sabía que se refugiaba en el sur y hoy lo había encontrado. Sabían que el sur español, era uno de los sitios preferidos para los integrantes de ODESSA, la organización creada una vez terminada la guerra, para ayudar a escapar a antiguos integrantes de las SS desde Alemania a países como España. ODESSA, es una organización muy poderosa y aún hoy, se sigue negando que esta organización exista o haya existido. Sin embargo, Alón y su gente, estaban convencidos de que no era solo ODESSA la única organización que ayudaba a los nacis a escapar de Alemania y rehacer sus vidas. Ellos estaban seguros de que han existido muchas organizaciones y muchos gobiernos hicieron la vista gorda a la hora de investigar a ciertas personas que ellos les pedían. Alón, ya era también un anciano. Su vida la dedicó a buscar a antiguos militares nacis de las SS. ODESSA era muy poderosa pero ellos también. Y él ahora mismo estaba seguro de que estaba ante el doctor muerte.
El anciano esbelto que llevaba un maletín, se sentó en el banquillo de un jardín. Parecía un anciano inocente. Alón sabía que no podía esperar a recibir instrucciones, temía que el doctor muerte se le escapara. Se remangó su camisa, y dejó su número de preso a la vista de todo el mundo.7953-B era el numero que le habían puesto al ingresar en Belzec uno de los campos de exterminio naci. Allí fue donde su vida terminó a pesar de seguir vivo. Vio morir a sus padres, a sus hermanos, a sus abuelos, a gente que no conocía y sufría, vio separar a padres de hijos, vio como le sacaban las muelas de oro, como los despojaban de sus casas y los mataban de hambre, como hacían experimentos con los disminuidos...eran campos creados para el exterminio. Alón vio el infierno de cerca y no podía descansar hasta terminar con el que quizás fuera el último naci que quedaba vivo. Pasó por delante de él y tiro con disimulo su pañuelo al suelo. Cuándo se agachaba a recogerlo la mano del otro anciano también iba a recoger el pañuelo, pero vio el número tatuado en el brazo de Alón y se paró en seco.
- Heim, yo te conozco.
El anciano, se apresuró a levantarse y en su mirada no había miedo, había odio, asco, rabia. El tiempo no había curado las heridas de Alón ni había cambiado los sentimientos de Heim.
- Heim, Heim, Heim- gritaba Alón detrás de él. Pero el anciano caminaba deprisa y parecía ignorarlo. Alón apresuró su paso todo lo que pudo y se puso casi a su altura.
- Viejo chalado, lárguese
- Tú mataste a mi gente, a mis padres, a mis hermanos
- Lárguese de una vez viejo- le dijo el anciano fulminándolo con la mirada.
- Heim, eres el doctor muerte, es él, el doctor muerte.- Gritaba Alón con todas sus fuerzas.
La gente comenzó a mirarlos y a prestar atención, mientras uno de los ancianos seguía gritando y el otro seguía su camino con cierto nerviosismo.
Nadie vio lo que ocurrió acto seguido. Fue todo muy rápido. El anciano esbelto y elegante, se giró bruscamente y con su bastón señaló a Alón. Del bastón, salió un puñal que solo vio Alón y lo esquivó a duras penas. Heim, como lo llamaba el otro anciano, tropezó en los adoquines y una furgoneta que estaba aparcada a lo lejos, apareció de repente justo encima del anciano. Lo atropelló. Un motón de manos apareció de repente en el mismo escenario. Una de esas manos retiró inmediatamente el bastón y siguió andando como si el bastón le perteneciera. Alón, se levantó y contempló el cuerpo inerte de Heim. De la furgoneta, salió un joven abatido que decía no haber visto al anciano. Alóm, contemplo la escena. Sabía que había allí mismo gente de su organización, pero también de ODESSA.
La gente decía que el anciano que estaba sentado en la acera, parecía un poco trastornado ya que iba gritando detrás del otro anciano. Alón sabía que nadie le iba a creer. Se le acercó un policía para tomarle los datos y Alón suavemente le dijo
- Ese anciano se llamaba Heim, es el doctor muerte. Pertenece a ODESSA.
- Caballero, esa organización nunca existió. Quédese aquí sentado y no se mueva.
La gente comentaba que Alon debía de estar mal de la cabeza, llevaba un buen rato gritando detrás del otro señor y por su culpa el otro no había visto al coche.
Alón, se perdió entre la multitud que allí se apiño, delante del cadáver de Heim. Por fin podía descansar y comenzar a vivir su vida, sonrió pensando en su edad, y se atusó el pelo con las manos, a la vez que se estiraba la camisa en la cual se veía un rasguño y una leve herida en el vientre de Alón, dejaba ver unas gotas de sangre. Todo era real, aquí los únicos locos eran los que no le creían. Y sonrió pensando en que todo había terminado...
"La civilización no suprime la barbarie, la perfecciona." (Voltaire.)
Hoy te has perfeccionado. Vaya relato de los que en la vida se han dado a partir de la 2ª War. Y España ha sido y sigue siendo refugio de miles de criminales huídos de toda especie.
ResponderEliminarMuy bueno, doña Midala. Y esa organización sí ha existido con el apoyo de las altas esferas vaticanas.
Un cariñoso abrazo
Gracias Don Tella!!!es un tema que me apasiona desde que era bien pequeña y tengo leído tantooo tanto tanto sobre ello que ya no recuerdo ni la mitad :):)Pero sigo leyendo sobre eso porque al igual que tú estoy convencida de que existió y con el beneplacito de las esferas vaticanas y de mucha más gente, que les proporcionaban dinero,papeles y visados para seguir con su vida.En finnnnn telllaaaa que no veo un pimiento disculpa las faltas que pueda tener y........milllllllllllllllllllll besitosssssssssssss a ver si hoy pones algo:):(:(
ResponderEliminararte de decir buenisimo. Te como llevas tus ojos, ademas no ver on pimiento, no creoooooooo. mil besos
ResponderEliminarExcelente relato, uno de los mas grande dolores de la humanida
ResponderEliminarEn Argentina se instalaron muchisimos nazis, con grandes fortunas construyeron imponentes hoteles en bellos lugares geograficos, hoy en ruinas, obvio en nombre de testaferros. Algunos han sido detenidos, pero no me quedan dudas que muchos
escondidos siguieron, probablemente
abrazo
PD muy lindo el cambio de la imagen del blog
Me alegro que te guste churry!!Lo hice estos días antes de operarme y dude muuuuucho entre Argentina y el Sur español, porque en los dos había muchiiisimos nazis instalados.Me decanté por España porque es donde vivo,nada más, pero es un tema apasionante del que estaría horas leyendo y nunca me cansaria.Graciassssssssss por que te guste el cambio de blog, ya iba siendo hora...cada año hay que darle un nuevo giro.Millllllllllllllllll besitosssssssssssssssssssss
EliminarMe alegro chus!!Los ojos los llevo los llevooo puestos jajajjajajajajaj. No, cada ratito voy viendo un poco mejor,despacito.Pero no quiero forzarlos,ya es la 3 operación y la ultima,no quiero tocar mas los ojos.Milllll besitosssssssss
ResponderEliminarHola Midala...te felicito por tan excelente relato...La guerra convirtió a la tierra en un infierno y dejó muchas heridas en las almas de los sobrevivientes. Rencores que nunca sanaron y deseos de venganza, todavía hoy quedan secuelas; pero la humanidad es dura de cerviz y no aprende la lección. ¡Lástima!
ResponderEliminarRecibe un fuerte abrazo.
La realidad siempre supera la ficción.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Buen fin de semana
Entre Argentina, Bolivia y España se trasladó lo peor de lo peor; en la actualidad las mafias rusas e italiana duerme como dios en la costa del sol.
ResponderEliminarSaludos
La historia escuece porque todos sabemos de esa crueldad llevada a cabo a escala sin igual.
ResponderEliminarTerrorífico relato donde la realidad supera la ficción,seguro.
Una lástima que nuestro país fuese destino de gentuza como esa y además con absoluta tranquilidad cuando han sido asesinos a gran escala.
Besos.
Una historia desgarradora y triste, a la ves me indigno en pensar que hay tantos culpables de genocidios y mafiosos impunes escondidos entre la multitud viviendo como buenos ciudadanos...
ResponderEliminarMe da tanto miedo pensar que es verdad que puede ser así.
Besos Midala :)
Un cuento que mucho me dice a mí; mi ciudad es considerada como una de las capitales Nazis en Latinoamérica.
ResponderEliminarConmovedora la historia; y lleva a profundas reflexiones. Me quedé pensando en esa sonrisa final de Alon,,, ¿se puede terminar la muerte del pasado con más muerte?; ¿hasta qué punto no nos convertimos en lo mismo contra lo cual peleamos?
Desde ya, me hago la pregunta pensando en los gobiernos y las organizaciones. No así en las cuestiones personales donde creo injuzgable la sed de venganza.
Fuiste muy valiente en escribirlo, te felicito.
Me voy cavilando, muchas gracias.
Seguimos acogiendo gentuza, hoy en día como bien dice Emilio que está mejor informado que yo.
ResponderEliminarMe fascina este tema, del que he leido un montón.
Supongo que habrás leido "Lo que esconde tu nombre" de Clara Sánchez, no obstante ganó el premio Nadal 2010, si no es así, te recomiendo su lectura.
Midala, enhorabuena por tu relato. Segurísimo que la realidad supera la ficción. Aquí viene a instalarse medio mundo, primero los nazis, ahora la mafia rusa, el pseudo ejercito de albano kosovares....etc....y nosotros mientras yendo a vendimiar a Francia!!! si es que....no aprendemos.
ResponderEliminarBesos mil niña!!! que cada día escribes mejor!!!
Fantástico, me ha enganchado desde el principio a fin y dejado con ganas de más.
ResponderEliminarEl mal existe al igual que el ser humano. Este es un buen reflejo.
Abrazos.
Un relato que alguien al leerlo, recordará.
ResponderEliminarTantos años odiando, un resultado deseado pero al final ¿habrá sentido todos los años acumulados y perdidos?
Realmente para meditar.Un abrazo
Tuve la suerte de conocer a Serge Klarsfeld, el cazador de nazis francés. Encontró en Argentina a Barbie, y pudo ser juzgado.
ResponderEliminarTambién destapó el caso Papon en Francia.
Gracias a ellos, la Shoah encontró justicia.
Un buen relato, Midala.
Besos.
Un relato duro, Midala, que refleja la vileza a la que podemos llegar los humanos.
ResponderEliminarLo has hilado de forma que engancha al lector de principio a fin.
Buen trabajo.
Un abrazo.
Un excelente texto, narrado de una forma magistral.
ResponderEliminarNo puedo dejar de pesar en las atrocidades que se cometieron y no puedo entender , que aún exista gente que las justifique y pero aún, que las niegue...
Besitos en el alma
Scarlet2807
Una estremecedora historia y que por tiempo que pase, jamás se podrá olvidar. Aún hoy siguen las heridas abiertas de par en par.
ResponderEliminarUn placer leerte, Midala.
Querida, no me encuentro nada bien, pero deseaba estar a tu lado.
ResponderEliminarCon ternura
Sor.Cecilia