Comenzaba a anochecer y no era una de esas noches que parecía que
fuera a salir la luna. Las nubes tapaban el cielo cubriéndolo de negro y de
ellas caían unas gotas de enorme tamaño. Era el mes de noviembre y era normal
la noche que se avecinaba, pero para Tania, a sus miedos le tendría que añadir
la negrura que afuera se veía. Estaba convencida de que cada noche, se acercaba
a su cama un ser que ya había dejado este mundo: su ex novio.
Cuándo Alex se suicidó, Tania y él ya lo habían dejado. Su noviazgo se había roto hacía un mes, quizás por la monotonía quizás porque ella no estaba enamorada de él...llevaba varios meses teniendo una doble vida. Tania había conocido a otro hombre y era quién en esos momentos ocupaba su corazón, aunque Alex no lo entendía así y machaconamente la perseguía y le rogaba que no lo dejara. La había humillado en público, había llorado y aporreado el restaurante donde cenaba con su nueva pareja y finalmente le había pinchado las ruedas de su coche. Había intentado por todos los medios ser amable con él, comprenderlo...pero había cosas que no se las podía pasar. En su última conversación, él le había dicho que si lo dejaba, se suicidaría. Y así lo había hecho. Se tiró desde la ventana de su casa, cuándo ella se dirigía hasta allí. Habían quedado para hablar por última vez. El la había convencido para que fuera a su casa, y cuándo la vio venir por la ventana, se tiró delante de ella. Esa imagen nunca se le olvidaría. Aún estaba a tratamiento desde aquel día. Sus nervios le jugaban malas pasadas y había pasado un mes ingresada en un hospital aquejada de crisis nerviosas. Desde ese momento su vida había dado un giro. Sí eso era lo que pretendía su ex, lo había conseguido. Su nuevo novio, la había abandonado, diciendo que este tema lo superaba cosa que no era de extrañar por otra parte...Había estado de baja muchos meses y al final la habían terminado echando de su trabajo. ¡Alex estaría encantado si viera su situación! Ahora estaba en el paro y estaba viviendo en una casita en las afueras de la ciudad. Era una casa pequeñita y alejada de las demás, por lo que Tania tenía aún más miedo si es que se podía tener más...
Cuándo Alex se suicidó, Tania y él ya lo habían dejado. Su noviazgo se había roto hacía un mes, quizás por la monotonía quizás porque ella no estaba enamorada de él...llevaba varios meses teniendo una doble vida. Tania había conocido a otro hombre y era quién en esos momentos ocupaba su corazón, aunque Alex no lo entendía así y machaconamente la perseguía y le rogaba que no lo dejara. La había humillado en público, había llorado y aporreado el restaurante donde cenaba con su nueva pareja y finalmente le había pinchado las ruedas de su coche. Había intentado por todos los medios ser amable con él, comprenderlo...pero había cosas que no se las podía pasar. En su última conversación, él le había dicho que si lo dejaba, se suicidaría. Y así lo había hecho. Se tiró desde la ventana de su casa, cuándo ella se dirigía hasta allí. Habían quedado para hablar por última vez. El la había convencido para que fuera a su casa, y cuándo la vio venir por la ventana, se tiró delante de ella. Esa imagen nunca se le olvidaría. Aún estaba a tratamiento desde aquel día. Sus nervios le jugaban malas pasadas y había pasado un mes ingresada en un hospital aquejada de crisis nerviosas. Desde ese momento su vida había dado un giro. Sí eso era lo que pretendía su ex, lo había conseguido. Su nuevo novio, la había abandonado, diciendo que este tema lo superaba cosa que no era de extrañar por otra parte...Había estado de baja muchos meses y al final la habían terminado echando de su trabajo. ¡Alex estaría encantado si viera su situación! Ahora estaba en el paro y estaba viviendo en una casita en las afueras de la ciudad. Era una casa pequeñita y alejada de las demás, por lo que Tania tenía aún más miedo si es que se podía tener más...
Cada noche esperaba el fantasma de Alex aterrada. Le había sido infiel
y ahora se lo hacía pagar .Su fantasma venía cada noche a su lado… Se
acurrucaba en su cama y permanecía con los ojos abiertos deseando no dormirse.
Pero el sueño la terminaba venciendo y Alex aparecía a los pies de su cama. La
miraba fijamente...con cara de odio y rabia...siempre lo veía pálido y
desgarbado y cuándo se acercaba a su cama ella comenzaba a gritar aterrada.
Y...Alex se reía...se reía sin parar como un loco. Se alegraba de su miedo y
estaba gozando después de muerto con su situación, y lo malo es que parecía que
se iba a quedar mucho tiempo a su lado, amargándole la vida, destrozándole su
vida como él pensaba que ella se la había destrozado. Ahora se las estaba
haciendo pagar.
Seguía lloviendo y Tania acurrucada en su cama esperaba no dormirse.
Tenía todas las luces de su casa encendidas y la televisión puesta, así le
parecía estar más acompañada. A las cuatro de la mañana, sus ojos comenzaron a
cerrarse...y...se quedó dormida. Al poco rato, Alex apareció al lado de su cama
y la contempló riéndose. Tanía comenzó a agitarse en su cama y a gemir, quería
despertarse pero le era imposible, parecía que Alex se apoderaba hasta de su
sueño. El reía y reía y le decía que jamás la dejaría, que ahora era suya para
siempre, que siempre estaría a su lado. Tania se agitó en la cama y se despertó
sobresaltada, sudaba y su corazón estaba muy agitado. Había visto de nuevo a
Alex en sus sueños y le decía que no la dejaría nunca. No volvería a dormir
nunca más... ¡No podía soportarlo más!
Tania bajó las escaleras para dirigirse a la cocina a beber agua.
Cuando pasó por el salón, oyó un ruido y miró hacia allí. Allí estaba Alex,
sentado en un sillón y riendo a carcajada.
- Ahora no lograrás nunca deshacerte de mí, estaré a tu lado toda tú
vida y ahora no podrás abandonarme.
Tania subió corriendo las escaleras y abrió la ventana de su
dormitorio. Afuera llovía y hacía mucho frío. Miró hacia abajo y se subió al
alfeizar de la ventana. Y no se lo pensó dos veces. Se tiró.
La mujer perdona las infidelidades, pero no las olvida. El hombre olvida las infidelidades, pero no las perdona.
Severo Catalina (1832-1871) Periodista y escritor español.
Guauuuu Midala posiblemente sea uno de tus relatos que mas me ha gustado. En este caso Tania no se perdono a si misma la infidelidad, por ello traia en sus sueños el castigo: la presencia de Alex
ResponderEliminarMis felicitaciones
Un abrazo
Le salió cara su infidelidad .
ResponderEliminarLa pagó con su vida , ufff.
Aunque duela , hay que vivir y dejar vivir.
Su segundo novio , demostró que no la quería , al dejarla en sus peores momentos .
Duro trance el que vivió : El suicidio de Alex ...
Un relato repleto de sobresaltos .
Magnifico amiga !!
Muchos besos
Fiel reflejo de la realidad, me ha gustado.
ResponderEliminarFiel reflejo de la realidad. Me ha gustado, corto pero contundente.
ResponderEliminarQuerida Midalaaaaaaaaaa, hace un tiempo que no venía; en realidad ya no lo hago tan frecuentemente con antes (aparezco y desaparezco como el fantasma de Alex, jejeje)
ResponderEliminarAhhh terribleeeeee!!! Pero ella no le fue infiel, sólo lo dejó y continuó con su vida... La que juega el papel protagónico en esta historia es la mente de Tania. Horrorosa situación de la cual no pudo escapar...
Bravoooo por tu relato y un beso enormeeeeeeeeeeeeeee, amiga!!!!
PD. Ahhh, que el otro día me preguntabas por el libro... Ya salió publicado, aunque no se donde lo venden. Te averiguo con la editora y te digo. Por las dudas, por si lo encontrás, se llama "Cuéntame un cuento" (pero es una antología, yo solo participo con un cuento que se llama Invocación)
Un abrazo y me alegra volver a leerte!!!!!!!!!!!
Voy a ir hasta Arenas que seguramente alli lo tendran...verassss como te lo enseño jajajajjajaja.Espera a que tenga un día libre y me las piro vampiro!!!!:):) Y veras lo que traigo en la mano jjajajajjaajaj.Milllllllll besitosss corazon un placer verte de nuevo no deberias de irte nuunnnnnnnncaaaaa:):)
EliminarMidalitaaaaaa, te averigué con la editora y todavía no está en librerías.
EliminarHay que comunicarse con ellos, te dejo el mail: lacestadelaspalabras@gmail.com
Besotes!! (el mío está en camino, todavía no lo recibí. A ver quién se saca la foto primero con el libro en la manoooooo, jajajajaj)
Los nervios nos juegan malas pasadas, me has dejado impresionada con el tema y el final aterrador.
ResponderEliminarBesitos mil Midala
Hay que ver que puñetero el tal Alex ni después de muertito dejo de dar por saco. Tengo una sobrina que se llama así y no te lo creerás con un novio del mismo nombre. ¿No tendrás sueños premonitorios no?. No fastidies.
ResponderEliminarSaluditos.
No me lo puedo creer!!!!!Y es que...estoy en un libro...que está parado por falta de tiempo,que los protas son Alex y Taniaaaa jajajajajjajajaj.No zorrete,olvidate de sueños premonitorios que soy más panfila que don pantuflo.Tranquilo que vivo donde las meigas pero no haylassssss!!!:):)Besitossss
EliminarEso es imaginación y .......perversidad femenina.
ResponderEliminarQué historias se te ocurren galeguiña, tan amante por tradición de meigas y santas compañas.
Bonita historia muy en la linea de las tradiciones de tu pueblo.
Un millón de besos
Tremendo, terrorífico y encima con maltrato psicológico desde la tumba...
ResponderEliminarUn beso
Un genial relato.
ResponderEliminarDesconocía la reflexión de Severo Catalina...es muy cierta!
Saludos
Mark de Zabaleta
Qué historia más oscura, tanto como la noche negra y la lluvia por la ventana. Tania tuvo muy mala suerte cuando decidió ponerle los cuernos a alguien tan perseverante como Alex, hasta después de muerto seguía dando murga. Claro, a ella no le quedó más remedio, eso era insufrible. Muy bueno.
ResponderEliminarSuele ocurrir cuando la conciencia no se tiene tranquila...muy bello relato...me ha encantado, además me gustan estos temas...escribes muy bien y te felicito...un besote preciosa.
ResponderEliminar¡Que buena historia!me he divertido viendo lo dispar de los comentarios entre hombres y mujeres, eso habla de la percepción que tenemos de una infidelidad, dependiendo del sexo ( hombre o mujer)
ResponderEliminarMe gusta mucho como escribes, eres genial!!!!
Besitos en el alma
Scarlet2807
Martita...tiene que ser muyyyyy duro.Menos mal que los hijos nos salvan de muuuuchas cosas y a tí...te salvaron.Animo,los sueños...sueños son!!!!Y aquí tienes una amiga para lo que necesites ok???millll besazos
ResponderEliminarAhora le va a aguantar por toda la eternidad, eso sí que es un suplicio!
ResponderEliminarMe voy a poner unas cuerdas en los hierros y voy a hacer como que toco que el arpa, jajajaja.
Besosssss!!!
Un relato que estremece..uffff.Hay personas que no aceptan una ruptura y hacen sufrir a lña otra persona.
ResponderEliminarBuenísimo , Midala,me encantó.
Un besazo enorme.
Adoro los finales felices.
ResponderEliminarGracias por compartir, que tengas una feliz semana, ojalá las hadas de la Blogocosa nos maten a todos, Tania y Álex ahora viven en mi sótano, no pasa nada, he hecho una foto de un atardecer y he aprendido el sentido de la vida, tengo retraso mental, un saludo. Cariños.
Midala, me ha gustado el tema de tu relato, además lo llevas magistralmente de principio a fin. Genial la frase, buen jueves, un abrazo
ResponderEliminarHay gente desperdiciando la vida en ese tipo de obsesiones, cerrando los ojos al resto de oportunidades que hay en el mundo.
ResponderEliminarRespecto a la cita final, no entiendo la segunda parte, ¿cómo puede ser que no perdones algo de lo que no te acuerdas?, si realmente has olvidado algo, es que lo has perdonado.
Ay mi niña! que historia tan tremenda.
ResponderEliminarLa verdad es que nunca entendí esto de no perdonar...
Cargar con eso toda la vida debe ser un lastre demasiado pesado.
Yo prefiero perdonar, olvidar y a seguir con el cuento.
La vida ya nos da bastantes problemas como para encima tener que estar cargándolos en la memoria.
Besitos mediterráneos mi niña guapa!
Que tremendo final, se la cobró con creces.
ResponderEliminarEn realidad la frase final es acertada, aunque en mi caso voy al directo, se acabó y listo, nada me puede retener y después de romper, nada exigir.
Es mucho mejor no tener ni que perdonar, ni que olvidar.
Todo terminó, estamos en paz y así no asedian fantasmas.
Besos muchos Midalita y cuídate siempre.
¡Ay, madre! ¿Y ahora qué? ¿Estarán juntos para siempre?????
ResponderEliminarMidala, es buenísimo este relato!
Un beso y buen fin de semana!
!!Hola,midalita,preciosa!!
ResponderEliminarQ buena historia,me ha dado miedo,niña.Q triste q decidiera suicidarse,y como bien dicen otros posteadores,el peso de la conciencia te hunde.Bravo ,guapa.Muchisimos besitos,pequeña midala.
Ese tipo de chantajes afectivos son frecuentes.
ResponderEliminarY lo peor de todo es la culpa.
Tan cruel, como la vida misma, Midala.
Besos.
Mas fome el relato.
ResponderEliminaresta historia es una mofa del verdadero relato de Fabrilio G. Shoreder, que habla en el capitulo V de su libro titulado Abismo catacliptico de la intranquilidad de la mente, esto solo para lectores contraversos, muy buen intento de sociocritica pero a la vez insaboro de tesis asi como de la Entelquia...
ResponderEliminarsólo un impío se atrevería a pegarle a un perrete de esa manera.
Saludos Neofitos.....
Siento decirte que no se quien es FAbrilio G.DIgo bien claro que los relatos para bien o para mal, salen de mi cabeza.
EliminarVery nice blog post. I absolutely appreciate this site. Keep writing!
ResponderEliminarmy site :: rapid weight loss tips
la infedelidad le dan vida a la relación juM!
ResponderEliminarEn este caso............todooooooo lo contrario!
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