Mi mundo estaba lleno de ausencias. Por ley de vida, los
padres van delante de los hijos. Pero la vida no entiende de leyes, ni de
justicias. Muchas veces había pensado que no debería de seguir viviendo. Mi vida era un caos...un desorden total, depresión...ansiedad...apatía...ganas de morirme...de noches de insomnio...de muchas lágrimas e impotencia, y de mucha soledad, con un vacío infinito, que solo lo conoce quién toca con sus manos el infierno. Había tenido una vida maravillosa y ahora solo deseaba morirme. La
vida se había portado conmigo de una forma muy cruel e injusta y no tenía ningún
aliciente para mí el seguir en este mundo.
Mi vida era todo lo tranquila que puede ser para cualquier madre que
tiene hijos. Eran deportistas, les daba igual fútbol que gimnasio...bici que
escalada...jamás habían fumado...ni probado las drogas. Habían sido unos estudiantes brillantes, y su
futuro se les había presentado muy prometedor. Maldigo la mala suerte...maldigo
todo lo relacionado con ese día una y otra vez. Yo le inculqué a mis hijos
responsabilidad...amor al prójimo...respeto...Los eduqué respetando una serie
de valores y...tú no hiciste lo mismo con los tuyos...y mis hijos pagaron con
su vida, por tú irresponsabilidad...por tú falta de respeto y valores. ¿Porque
no te ocupaste de tus hijos como hice yo? ¿Porque no les dijiste que el coche
es una máquina de matar?
Ese día se levantaron pronto, como cualquier domingo y cogieron su
bicicleta. Se fueron los tres. Mi marido y mis hijos. Eran tres personas
sanas... los niños sin problemas, con ganas de vivir y de disfrutar de sus
vidas. Y ahí estaba tú hijo. Salía de un after, eran las 8 de la mañana. Venía
hasta las cejas de todo. Y se llevó a los tres por delante, los lanzó a varios
metros de distancia y...los arrastró...los pateó con su coche y los destrozó.
Ya no había nada que hacer por ninguno. Ahí estaba él...tú hijo, sentado en su
coche fumando un pitillo y negando con la cabeza como diciéndose a sí mismo que
eso no había ocurrido. Y mi familia...ahí estaba también, desparramada por la
carretera. Ellos eran mis hijos...mi marido...estaban haciendo ciclismo,
el tuyo venia de fumar y de beber...venía de drogarse...y había cogido el coche y había matado a mi familia. ¿Qué le enseñaste tú a tus hijos? ¿Le inculcaste la
responsabilidad y las prioridades de la vida? Tú hijo los mató a ellos y a mí.
Tú hijo no es como los míos....el tuyo vivía la vida a lo loco, sin respeto ni
hacia su vida, ni hacia la de los demás. ¿Te pasaste horas y días hablando con
él cuándo le ofrecieron su primer pitillo? yo sí. Y su padre también. Nos
pasamos horas hablando con los dos y explicándoles el porqué de decir no. No
solo porque lo dijéramos nosotros. El no, era por ellos mismos. Y rechazaron
todo tipo de drogas sin pensarlo. ¿Tú qué hiciste con el tuyo? Por lo que supe
después, no le hiciste ni caso. Debías de pensar que los hijos se criaban
solos...y que seguramente tendrías suerte con ellos, que serían regulares
estudiantes pero que encontrarían un buen trabajo. Se crió solo, como
buenamente pudo. Ya se veía de pequeño que iba a ser una bala perdida. Eso me
dijeron tus vecinas. Lo tuyo era preocuparte de tí, y de salir y de entrar en tú
casa al libre albedrío. No te importaba la educación de tus hijos mientras no
te dieran problemas graves. Y te los dieron y seguiste a tus anchas. ¿Porque no
pusiste manos a la obra cuándo te enteraste de que tú hijo había robado en un
comercio?. Lo dejaste pasar como si eso no fuera importante. Y eso...es el
preludio de una vida perdida, de 5 vidas perdidas. La de mi familia, la mía y
la de tú hijo.
No te perdono tú desidia con su educación, no te perdono el no
inculcarle valores, no te perdono que por su culpa mi familia falleciera. No te
perdono que vosotros tengáis vida después de lo ocurrido. No te perdono...que sigáis
vivos.
Muy interesante...
ResponderEliminarSe siente el rencor y odio... Esperan tanto de algo que nisiquiera han puesto algo de empeño al contrario resiven lo peor por nisiquiera saber que es lo que tienen y que es lo que estan haciendo mal
ResponderEliminarMe encanta el relato, me gustaria contactar con el autor, porque me quiero preguntarle una cosa sobre el relato.
ResponderEliminarMe ha guastado bastante. Se nota el rencor.
Enhorabuena por el relato
Buenas tardes Pedro. La autora de todos los relatos del blog soy yo misma. midalalopez@yahoo.es
EliminarCualquier pregunta esa es mi dirección.
Gracias por leerme. Un saludo
Hola, se puede compartir en face ?? Esta muy bueno el relato
ResponderEliminarSi, claro que se puede compartir. Te agradecería que pusieras el enlace para que la gente que quiera verlo, no se ciña solo a este Relato. Muchisimas gracias por tus palabras y por compartír!!
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