Paco, el ordenanza.

Paco, era un hombre de mediana edad. Era  ordenanza de una gran empresa. Paco había dado con sus huesos en esa empresa, después de sus muchos  avatares de la vida...
Lo había tenido todo.Cuándo tenía 20 años, se marchó a Londres, y fué el dueño de varios Pub, que en esos momentos estaban tan en auge.La noche se le empezó a hacer muy atractiva y empezó a codearse con todo tipo de gente. Comenzó a frecuentar las drogas. Primero eran porros, que era lo que en aquellos tiempos estaba más a mano de todo el mundo. Poco a poco se fué enganchando a drogas más duras. Su vida se iba derrumbando a su alrededor. Los pub iban cerrando por que él dejaba de atenderlos, para meterse de lleno en la vida de la noche con todas sus consecuencias.

Acabó volviendo a su pueblo. A casa de su madre.Se casó con una joven del pueblo más joven que él. Pero él seguía enganchado a las drogas.Su mujer, quedó embarazada pensando que así salvarían su matrimonio.Paco, estaba muy enganchado y no tenía ninguna nada de abandonar su vida, ni su gente. Con los años, el hijo de Paco, siguió el ejemplo de su padre. Ya eran dos en casa con el mismo problema ya de muy dificil solución. Padre e hijo salían juntos a comprar su dosis diaria. Iban camino arriba a los peores barrios de su ciudad, a juntarse con la gente con sus mismos problemas. Allí compartían horas de charla y agujas, dosis de heroina y alucinaciones.

Paco y su hijo, terminaron varias veces en clinicas de desintoxiación, en la carcel... Nada fué capaz de que abandonaran la droga.

 A Paco, Dios lo vino a ver, cuándo la empresa se estaba planteando echarlo. Se acogió a una prejubilación.

Hoy, Paco y su hijo, se pasean por la ciudad, buscando su dosis diaria, con su perro detrás.Es el único que ya se preocupa de ellos.

"Había dos caminos,
y me fuí por el peor,
pero te arrastré conmigo,
y eso...no tiene perdón!"