Seguidores

jueves, 12 de enero de 2012

Dagna

Sabía que arriesgaba mucho. Muchísismo. Pero también sabía que hacía lo correcto. Hacer lo contrario sería un acto de cobardía y eso no quería decír que el miedo no estuviera presente en cada movimiento que hacía, pero era algo que tenía que hacer.

Dagna era una mujer de mediana edad. Guapa y elegante. Y esa era su gran baza. Su belleza. Gracias a ella había logrado un puesto de mucha importacia, era la secretaria particular de un alto cargo de las S.S. Llevaba todo el papeleo y se acupaba de asuntos particulares de su jefe. Fué así como se fué enterando de la gran masacre que estaban haciendo contra los judios. Y decidió que su origen aleman no impidiera ver con claridad la injusticia que se estabta cometiendo con una parte de la población alemana, los judios. Dagna, sabía de antemano cuales eran las casas que iban a resultar "visitadas" por las S.S. Una vez al mes, para no levantar sospechas, cogía la lista y si no conocía a ninguno de los integrantes, cantaba una canción alemana, una nana, Leise, Peterle, leise, que le había enseñado su madre y ahí donde terminaba la canción, a esas personas las avisaba de que irían a por ellas. Y volvía a empezar la canción...un poco más deprisa...

Leise, Peterle, leise
der Mond geht auf die Reise.
Er hat sein wießes Pferd gezäumt,'es
geht so sanft als ob es träumt.
Leise, Peterle, leise......

Yasí tenía a 10 personas de la lista. Este mes no podía avisar a nadie más o sospecharían. Dagna iba casa por casa avisando a los judios y les daba su dirección. Su casa era la de ellos mientras no podían salír del país.Hoy tendría un dia agotador. Los nervios le estaban pasando factura.Era lo hora de la comida y ese era el momento en que ella aprovechaba y hacía todas las casas que podía. Tenía un día para avisar a todos judios y tenía que preparar la casa, pués aún tenía gente del mes anterior que no habían podido salír del país. Pero de ella no desconfiaba nadie...o eso pensaba ella. Hacía su papel de secretaria eficiente y tenía a su jefe loco por ella. Planeaba con ella lo que le harían a los judios y a donde los llevarían...y ella se reía con él para no levantar sospechas...se reían de la muerte que les esperaba y dependiendo de en las manos en que fueran a caer el final que tendrían le provocaban enormes carcajadas. Eran terroríficas las cosas que oía y lo poco que ella podía hacer.

Cuándo caía ya la noche, se iba de retirada a casa, cansada y agotada, pero sabiendo que su conciencia estaba tranquila.Había luna llena y cuándo fué a meter la llave en la cerradura, vió un montón de ojitos que en la oscuridad la miraban. Miró para todas partes y no vió a nadie. Hizo una seña y todos los ojos corrieron hacie ella muertos de miedo. Entraron en la casa en silencio y sin encender la luz. Dagna cerró la única persiana que permanecía abierta y encendió una vela. Había niños...gente de mediana edad y ancianos....como todos los meses...gente que la miraba asustada...aterrada. Los cabeza de familia, eran los encargados de darles el dinero para poder mantenerlos mientras encontraban la forma de escapar. Ella en un principio intentó no coger ese dinero pero le fué imposible. Tenía que aceptarlo para poder darles de comer.

El tiempo fué transcurriendo y Dagna continuó con su tarea. Nunca sospecharon de ella. Y por su casa pasaron cientos de familias. Ayudó a la liberación de numerosas familias judias a las que les esperaba un final trágico. Existen personas anónimas, que con su poca o mucha participación, ayudaron dentro de sus posibilidades, a que la tragedia que vivieron en la segunda Guerra Mundial, judios, gitanos...personas con limitaciones.Dagna nunca pensó que su ayuda era poca o que su vida corría peligro. Y.. lo corrió. Cuándo la guerra estaba a punto de terminar, se oyeron rumores de que la linda Dagna acogía en su casa a familias enteras de judios. Cuándo todo estaba en marcha para detenerla y ejecutarla, la guerra llegó a su fín y todos escaparon olvidando el expediente de Dagna. Tan solo se seguiría acordando de ella pasados los años, su antiguo jefe, escondido en un pais recondito recordaba muchas veces a su bella secretaria, y las artimañas que urdía a sus espaldas. Aún le tenía ganas de hacer pagar su falta de obediencia...algún día...la bella Dagna,su secretaria fiel, pensaba que a pesar de los años, podía escaparse de sus garras. Su desobediencia le saldría cara, hablaria con la organización. Ya estaba de nuevo montada a pesar de los muchos problemas. Aún tenían muchos adeptos al régimen. Aún podían vengarse de los desobedientes. La bella Dagna encontraría su merecido cualquier día de cualquier mes y de cualquier año.La desobediencia se paga cara.

Relato de ficción
Haz bien y no mires a quién

14 comentarios:

  1. Es cierto, las almas no son una bandera ni un gentilicio, ni siquiera un tiempo determinado... La sensibilidad ante la violencia mas atroz puede darse en cualquier rincón del tiempo y del universo.

    Conmovedor que esta valiente secretaria haya podido escapar al gobierno de su mente, educación, prejuicios por años inculcados. Ese fue el primer escape de esta historia, quizás por eso ayudaba a otros a escapar...

    Esperanzadora ficción, ojalá cada vez más nos demos cuenta que siempre podemos ser el otro, que somos el otro.

    Un fuerte abrazo desde el sur y muchos besos, deseo que estés mejor.

    ResponderEliminar
  2. Valiente historia, mi querida Midala!!! Un ser humano excepcional que hizo primar la justicia y su conciencia, aún poniendo en peligro su propia vida.Felicitaciones amigaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, y un abrazo gigante!!!

    ResponderEliminar
  3. ..espero que el jefe de Dagna se haya quedado con las ganas...como se deben haber quedado muchos otros por no haber podido castigar a quienes con sus buenas acciones ayudaron a tantas personas en la 2da guerra o en cualquier guerra...buena historia

    ResponderEliminar
  4. Este relato me ha traido a la memoria el libro de Clara Sánchez "Lo que esconde tu nombre".
    Habrá muchas cosas que no sabemos, mucha gente anónima que arriesgó su vida, en esa y en otras injusticias.

    ResponderEliminar
  5. Hombres y mujeres valientes como Dagma salvaron muchas vidas a costa de verse descubiertos corriendo el riesgo de pagar con su propia vida la insubordinación en la que incurrían.

    Hace poco vi una pelicula El Angel de Budapest, la historia de un embajador Español en Budapest y la cantidad de miles de vidas de judios que logró salvar. todo un ejemplo para la humanidad.

    Precioso y conmovedor relato por el que te felicito muy sinceramente.

    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  6. Ay mi niña!!! ya has vuelto?? no sabes como me alegro de ver que has escrito, eso es porque tus ojitos están mejor verdad?? anda sé buenita y di que si, que si, que si...

    Me ha encantado este relato. Y es que las injusticias no pasan por las tragaderas de todos, y hay gente valiente, capaz de arriesgar su propia vida con tal de salvar otras que al fin y al cabo no han hecho nada para merecer castigo.

    Una mujer bella, y no solo por fuera... sobre todo bella por dentro.

    Precioso.
    Se te echó de menos.. mucho.

    Un abrazo grande grande y un montón de besitos mediterráneos.

    ResponderEliminar
  7. Un relato más real de lo que pueda parecer,ya que desgraciadamente hechos tan horribles como los que cuentas,ocurrieron de verdad.
    También fue y creo que aún sigue mucha gente adepta a semejante atrocidad...
    Bien por Dagna y por los que en la vida real,hicieron lo correcto sin mirar las consecuencias,porque sí sabían a quienes tenían que mirar para hacerles el bien,sí.
    Besos.

    ResponderEliminar
  8. Valiente y generosa.

    Algún día...vaya tío, ese rencor igual se lo ha llevado ya a la tumba...

    Cómo estas?

    Besotesss!!!

    ResponderEliminar
  9. Valiente historia querida amiga, en toda guerra hubo gente que ayudaba, este es un hermoso homenaje a esos heroes anonimos. Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Hola mi querida Midala, después de una corta ausencia he regresado deseosa de leer tus interesantes historias. Esta historia es un hermoso ejemplo de solidaridad y de valor. Me hizo recordar a Rahab, la mujer que escondió a los judíos en su casa para que no fueran asesinados. Pero ella fue premiada por Dios. Si Dagna fuese real, seguro Dios la protegería y ninguna venganza prosperaría contra ella.
    Ha sido un placer leerte, recibe un fuerte abrazo y bendiciones en este año 2012.

    ResponderEliminar
  11. En este mundo hay gente horrible, como el jefe de Dana, y gente maravillosa, como Dana al igual que existe el bien y el mal. Llamemosles como les llamemos.

    Me ha recordado este relato a la labor que hizo el diplomático español, Sanz Briz. Creo que le están haciendo una película ahora.

    Me ha encantado leerte.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  12. Historias reales parecida a esa pasaron durante la II Guerra Mundial, la pena de todo ese horror es que no aprendemos de nuestros errores, a pequeña escala se están repitiéndose las matanzas y las buenas gentes que sin mirar a quien salvan vidas.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  13. Os doy las gracias a todos por pasaros a leer este corto relato.Poco a poco voy a ir integrandome en la vida de nuevo.Os pido paciencia nada más :):)Prometo que llegará el día en el que pueda visitar vuestros blogs, todos los blogs que yo visitaba y leeros. Cuándo sea capaz de hacerlo jajajajjajajajajaj es que veré de maravillaaaaaa!!!!!!Milll besitos

    ResponderEliminar
  14. Hola Midala, veo que se me han escapado algunas entradas pero ya me estoy poniendo al día.

    Esta entrada es preciosa y aunque aclares que es un elato de ficción ya todos sabemos que historias como la que nos cuentas pasaron en la vida real.

    Me fascina volver a leerte... Besitos MIL :)

    ResponderEliminar

Deja tú opinión, me ayudarás a mejorar. Habla ahora...es tú momento y tú espacio. Te estaré muy agradecida sea cual sea tu opinión. Adelante!!!Atrévete!!!