San Valentín-tin-tin

 
Mi trabajo consistía en escuchar y asesorar, esa psicóloga, muy buena por cierto. Tú eras mi paciente, muy bueno por cierto. Te escuchaba una hora a la semana, que no me llegaba a nada. Intuía que el peligro se acercaba. Tú al final, pagabas y preguntabas -

"¿Puedo volver mañana?"

 Ojala pudieras- pensaba yo-y esta desdicha se acabara. Pero en silencio te negaba.

Y así fueron pasando los días y los meses, de intranquilidad abnegada

- Es terrible- me decías sin que yo tan siquiera te mirara.

- Es horrible- te decía yo, pensando en lo que podría ser nuestra pasión desatada

Hasta que un día me dijiste con ojos de melocotón en almíbar enlatado

- Este sillón podría ser, la unión de nuestros cuerpos y nuestro gran secreto.

Por eso celebramos  nuestro primer San Valentín, con gozo, pasión y respeto.

El sillón fue nuestro testigo mudo, de infidelidades trastocadas, de mudos remordimientos y palabras pronunciadas. Nos dimos besos apasionados, que quizás ya teníamos olvidados. La pasion volvía a surgír, como un volcán con su lava. Vivimos nuestro San Valentín como dos enamorados.

Para los eternamente enamorados. Mídala