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miércoles, 28 de marzo de 2012

Bastardo


No pretendo que nadie me entienda, ni tan siquiera voy a intentarlo. Tan solo pretendo exponer unos  hechos que ocurrieron hace unos años y después ustedes….no me juzguen…no sean tan valientes de juzgarme sin haberse puesto en mi pellejo.

De pequeño, siempre fui el punto blanco de todas las miradas. Mi gordura exagerada  era el blanco de todas las tiranías y de todas las “bromas” como ellos solían llamarles. Me encerraban en los baños y se reían de mí, me daban patadas para ver como rebotaban sus botas en la grasa de mi cuerpo, me pinchaban con alfileres para comprobar si salía grasa cuándo a un gordo se le pincha…me humillaban a todas horas…me insultaban constantemente…era el blanco de sus iras y sus rabias…de sus rencores y sus odios…..La clase entera se agolpaba alrededor de mi, coreando mi nombre, mientras otros...me metían en la boca excrementos de perro...y si yo me orinaba o con el miedo defecaba por los pantalones…sabía que mi propia porquería terminaría en mi boca. Para finalizar la obra, venían las patadas y las vejaciones. Así yo comprendería que no podía decírselo a nadie. Top secret. Y….si algún día se me escapaba algo…lo mismo recibiría mi hermanita.

Ni mis padres ni los profesores intuían nada, mis golpes pasaban desapercibidos en esos rollos de carne, que según decían, parapetaba los golpes y dolían menos. Fueron muchos años de vejaciones, de burlas y de humillaciones diarias. Mi vida era un infierno y si a eso le sumamos mi miedo y mis pocas ganas de estudiar, completamos el cuadro.

Con los años, decidí ponerme a régimen. Cuidarme. Pero ya lejos de los estudios y de la escuela. Me machacaba en el gimnasio, pasaba el día allí encerrado haciendo pesas y gimnasia. Había pasado a ser un hombre fuerte y musculoso, grande…enorme de tamaño…pero fuerte, muy fuerte.

Las ideas me fueron viniendo solas….el odio empezó de nuevo a aflorar en mí…era como las olas del mar…iban y venían…el odio hacia los niños, el odio hacia la maldad infantil…esa rabia que me impedía dormir y que me hacía pensar a todas horas. Fluía con una desfachatez increíble por mi mente…se apoderaba de mi …de mis pensamientos…de mis sentimientos…era puro dolor lo que sentía…pura rabia y asco. Poco a poco dejé de pensar y de sentir. Solo me guiaba por ideas que me venían a la cabeza. Debía de hacerles pagar por lo que me hicieron. No había más salida que esa. Me preparé durante meses para lo que iba a hacer. Lo fui planeando poco a poco. No quería que nada saliera mal, tenían que pagar su precio y su precio era la muerte. Esos bastardos iban a sufrir como yo había sufrido. No podía quedar un solo niño con vida y de eso me encargaría yo. Poco a poco los planes iban tomando forma y hasta la escopeta tenía, es fácil hacer se con una y más con municiones. En el mercado negro se encuentra todo lo que uno necesita. Solo me faltaba poner una fecha y entrar en el colegio…lo demás iría solo, cuantos más mejor. Iba a terminar con el daño que me habían causado. La humanidad entera sabría lo que había sufrido y pagarían por mi dolor. Ahora yo era el rey, ahora yo tenía el poder y yo era el fuerte.

El día 7 de marzo, entré en el colegio a sabiendas de que mi muerte también estaría en las estadísticas, pero valía la pena. Antes de caer yo, me llevaría por delante todos los niños que pudiera, cuantos más mejor y…no me pregunten porque lo hice. Creo que está muy claro. Mi sufrimiento tiene un precio. Esta es la sociedad en la que vivimos. Yo formo parte de ella, de sus burlas, de sus miedos y de sus odios y también seré una parte muy importante en la hora de sus muertes.

Cuando más desquiciada está la vida de la mente, más abandonada a sí misma queda la máquina de la materia.
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Johann Wolfgang Goethe (1749-1832) Poeta y dramaturgo alemán.

14 comentarios:

  1. Que perversos pueden ser los niños frente a los que son diferentes, en este caso obesos
    Un abrazo

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  2. Cuántos de éstos circulan por ahí, Doña Midalita, y nadie nos apercibimos del odio almacenado que albergan. Con razón.

    Creo de verdad que la obligación de los maestros y monitores de colegios y autobuses escolares es vigilar cada una de las conductas no habituales de los niños. Saber porqué algunos niños están siempre tristes y otros disfrutan pegando a los demás.

    Hace unos días observé a unos enanos de tres años saliendo de clase de un cole y un gordito se dedicaba a pegar a todas las niñas de su edad. Y nadie le decía nada. Pensé que ese gordito probablemente era un niño maltratado por su madre o por sus padres. Es lo habitual.

    Gran post sobre la vida real.

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  3. Hay conductas que se aprenden en casa y se trasladan en principio al colegio, más tarde a la calle, terminando como podemos ver en la televisión o en muchos barrios marginales de nuestras ciudades cometiendo todo tipo de delitos.Si a esto le sumamos la falta de autoridad de nuestros maestros y profesores como consecuencia de una libertad mal entendida, ¿que se puede hacer?.

    Saludos

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  4. El odio debe ser una de las prisiones más terribles del alma, es lo más parecido a la fiebre y la eternidad. Pobre alma, las torturas recibidas en su infancia lo gobernaron absolutamente,,, tanto que lo llevó a perder conciencia del tiempo... ¿qué tenían que ver los niños de la actualidad?; en tal caso hubiera ido abuscar a cada una de sus viejos compañeros.

    El odio nos cambia todos los nombres.

    Abrazos!

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  5. En ocasiones, los niños son crueles y burlones; quedando traumatizado para siempre el foco de sus risas y humillaciones. Un relato angustioso y drámatico y es verdad:" Cuando más desquiciada está la vida de la mente, más abandonada a sí misma queda la máquina de la materia.
    Un abrazo, Midala.

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  6. Mi niña, ultimamente todo lo que te leo me sobrecoge el alma.
    Tienes un arte especial para relatar las historias y yo me dejo llevar por tus palabras.
    Este, en concreto... cruel y tan real.
    La verdad es que los niños pueden ser crueles, demasiado crueles, lo malo es que eso va dejando secuelas a aquellos que no lo saben superar.
    El dolor sufrido en la infancia rebota como una pelota en la mente y les hace perder la razón.
    La violencia siempre genera violencia, desafortunadamente así es.
    Ojala no se produjeran casos como este que nos traes hoy... desgraciadamente muchas veces no se pueden parar a tiempo, ni cuando se sufre de niño, ni cuando de adulto se ha perdido totalmente la razón.

    Y lo peor es que a dia de hoy, muchos niños, y adolescentes siguen sufriendo esos acosos.. que luego derivan en... bueno...

    Absolutamente aterrador.

    Besitos mediterráneos.

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  7. Estoy con Juan y lo peor es que ni padres ni profesores se dan cuenta, o los primeros les pasan la pelota a los segundos y en resumidas cuentas, la casa sin barrer.

    Qué alegría que ya puedes vermeeeee!!!! Jajajaja con el enano ese, calla, callaaaaaa, a ver si va a parecerrrrr, jajajajaja.

    Besotessss!!!!

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  8. los niños son crueles, y de mayores son crueles ¿quien es culpable? mil besos

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  9. Algunos casos han habido por otros motivos.
    Desgraciadamente.

    Besos.

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  10. La infancia es muy cruel...

    Mark de Zabaleta

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  11. Terrible historia!!! Un dolor que lo marcó a fuego y desencadenó en más fuego... La absurda y cruel discriminación dejó sus secuelas. Me hizo acordar a los varios casos verídicos que, por diferentes motivos, llevaron al mismo desenlace. A veces, sin llegar a tal extremo, La mente humana -en ambos casos- es impredecible.
    Abrazos, amigaaaaaaaaaa, siempre trayéndonos reflexiones y casos reales!!!

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  12. Imagino que todos hemos sufrido crueldades en nuestra infancia, pero por suerte, no todos hemos tenido instintos criminales.

    Besos, Midala.

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  13. Hola, Midala

    No se de dónde viene la crueldad que se tiene en la infancia. Quizá sea la manera de sobrevivir y al que se distinto se le discrimina y se le llama bicho raro.

    De ahí a que se viva con odio, rencor y algunas personas que no están bien equilibradas, lo solucionen con la violencia, creo que va un largo y enorme trecho. Me temo que eso está en la personalidad y carácter de cada uno. Ojalá podamos evitar llegar a ambas situaciones, las humillaciones y la violencia.

    Besotes.

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  14. Siempre he dicho que la primera etapa en la vida del individuo es definitoria en su futuro.
    Los niños en su inocencia, a veces suelen ser crueles, pero definitivamente creo que la base fundamental de todo es la familia, el medio.
    Al niño se le debe hablar de amor y bondad, de tolerancia y no desigualdades, de cero burlas y de piedad desde que nacen.
    Martí dijo:

    La enseñanza comienza en la cuna

    No se debe de olvidar, que si vivimos en un mundo de violencia, intolerancia e individualismo y de contra dejamos a los hijos con los videos juegos de violencias, películas inapropiadas y no nos acercamos y le hablamos mucho...no sé, no sé que nos espera para las nuevas generaciones, la violencia, engendra violencia.

    Ay, creo me he pasado, pero en fin.

    Besotes Midala, gracias por tu apoyo.

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