Me fui para casa de mis padres y allí me pusieron la cama más cómoda del mundo, las mejores atenciones día y noche. Los tenía a todos a mí alrededor las 24 horas. No me dejaban solo ni un segundo. Hacían turnos, y hasta mis amigos se turnaban para que mis padres pudieran descansar. Ya os dije que eran de los amigos que se cuentan con los dedos de una mano. Y yo tenía bastantes amigos así. Me hacían la vida más dulce, pero yo lo único que podía mover, era la cabeza. Les hablaba y les contaba mis sentimientos. Ellos solo escuchaban y hacíamos chistes de ello. Yo les decía que me quería morir. Cuándo uno ya lleva en esta situación años, y ves el sacrificio que tienen que hacer los que están a tu alrededor, piensas que no merece la pena vivir, que es mejor dejarlo todo y emprender un nuevo camino hacia no sé dónde. Me intentaron quitar esas ideas peregrinas, como ellos decían, de la cabeza. Hacían que gente en mi misma situación me telefoneara y me contara su experiencia y me dijeran que la vida sigue. ¿Qué vida? No, a mí nadie me lo quitaba de la cabeza. Quería morirme y necesitaba la ayuda de ellos. Nadie me la quería brindar. Yo sé que las leyes lo prohíben pero... ¿que tienen que ver las leyes con mi vida? Todo me parecía injusto, desde mi sufrimiento, hasta el sufrimiento de mi gente y el no poder hacer lo que yo quisiera con mi vida. Fueron años luchando con ellos para convencerlos.
Un día, me hicieron la gran fiesta. Me pilló de sorpresa, no lo esperaba. Vinieron todos mis amigos Estaban mis padres y mis hermanos también, todos allí reunidos alrededor mía. Mi habitación era grande pero aún así la gente salía al pasillo y se sentaban por donde podían. Estábamos todos. Mis padres estaban muy emocionados, pues a pesar de los años transcurridos, mis amigos seguían a mi lado. Mi amigo de la infancia, con el que jugaba en la calle al balón, se acercó a mí y me dijo "te quiero". ¡Mi gran amigo desde la infancia! la de turnos que pasó conmigo por las noches y se iba a trabajar sin haber dormido ni media hora! Los tenía a todos sacrificados, cuánto dolor y cuánta rabia. Y me dio una pastilla. Me acercó el agua y la bebí. Ese era mi amigo, el que me estaba ayudando a cumplir mis deseos, la mano que daba era la que más arriesgaba, pero estaba seguro de que todos serian cómplices. Ese día todo estaban allí porque querían estar conmigo cuándo yo partiera. Fue el instante más feliz de mi otra vida. Estaba con mi gente, con los míos, y estaban todos allí.
-No me juzgueis por favor, no sois quienes, nadie puede saber lo que yo siento, tan solo sabeis lo que quiero y no quiero esta vida. Sé que os duele y que muchos no lo comprendeis, pero tampoco os pido que lo comprendais, tan solo que lo respeteis.Es mi decisión y necesitaba vuestra ayuda. Quizás sea egoista, si, puede ser. Pero no puedo hacerlo solo. Ni tan siquiera puedo rascarme la naríz cuándo me pica.Solo puedo sentír y siento que me quiero ír y que os quiero a todos.
Todos se despidieron de mí con un "te queremos, no te olvidaremos nunca" y me prometieron que no sufriría más. Los miré con los ojos empañados en lágrimas. Les debía la vida. El paso a mi nueva vida, que sin ellos hubiera sido imposible.
Hoy, los miro desde otro plano, y los protejo a todos. Soy su ángel de la guarda como ellos fueron el mío.
La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido.
Rabindranath Tagore (1861-1941) Filósofo y escritor indio.
Me gusto mucho, era logica su desaparion, pero tengo que decir con todos mis repetos, el la valentia del cobarde. besos guapa
ResponderEliminarUn duro relato, mi querida Midala. No juzgo, respeto... Quizás en su lugar yo hubiese preferido lo mismo.
ResponderEliminarMe encantó la manera en que lo narraste, ya que no es fácil encarar este tema.
P.D. ¿Viste que aparecí? jajajaja estaba preparando una entrada. En cuanto al libro, calculan publicarlo en abril. Te aviso. Seguramente lo vas a ver ante que yo!!!!!!!! Porque entre que me lo manden y lo reciba va a pasar un tiempo. Besos amigaaaaaaaaaa, Me encanta el nuevo look del blog y espero que andes bien del ojillo... Por lo menos, lo usas como si fuera nuevoooooooooooo!!!!! jajajajaj
Muy emocionante y duro. Situación, la que describes, que casi nadie quiere recordar ni saber en qué consiste. La mayoría se refugia en que las "leyes divinas" (dónde se hallan inscritas ? prohiben el suicidio, al igual que el Código Penal.
ResponderEliminarPara quien se halla muerto en vida y sufriendo le resbalan las leyes, sean de supuesto origen divino o humano. Pero, claro, se trata de proteger a los inválidos de caer en manos de peronajes como el Dr. Montes. Ese que sin permiso de sus víctimas los mandaba a "mejor vida", según él.
Este tema ha traído millones de discusiones éticas y no se solucionarán porque escapa a lo ético y a lo civil. En cualquier caso considero que la moral que se prectica es hipócrita y miserable porque en nombre de ella se asesinan permannetemente a los condenados a muerte en los penales de muchísimos países con el beneplácito y el aplauso de millones de personas.
Me inclino más por la ética de los filósofos griegos y romanos = "Si te place vivir, vive, si no te place, no vivas", con la cual Séneca y tantos maestros más de la cultura histórica se aplicaron el suicidio.
Es mi opinión y no deseo debatir con nadie sobre ello.
Es un relato muy duro pero con un tema muy real.Pues yo estoy con el, eso no es vida y ya no por uno mismo si no por los demas. Hay que tener valor para querer morir y valor para ayudarle a hacerlo. Me ha gustado mucho su despedida, si todos estaban es que todos compartian su dolor.Hay que respetar las decisiones de cada uno.Un bessito
ResponderEliminarMira, no te voy a engañar...me he emocionado un montón.
ResponderEliminarYo no quiero pasar ni ver pasar a nadie que quiera por esto.
Pero lo comprendo perfectamente y creo que desearía lo mismo.
Besos.
Hicieron bien en ayudarle a cumplir su voluntad.
ResponderEliminarClaro que si.
Besos.
Midala, sólo puedo decirte que yo fui uno de los que se autoimputó cuando Ramón Sampedro consiguió su objetivo. Creo que con eso te lo cuento todo.
ResponderEliminarUn abrazo,
Sin dudas que es una situación injuzgable; más allá de lo terrible del accidente y sus consecuencias, creo que toda situación personal es injuzgable. Lo que uno hace con su cuerpo y sus circunstancias es potestad únicamente del usuario, claro que sí.
ResponderEliminarEl amor es respeto, no creo que el amor sea entendimiento sino respeto. El amor en cualquiera de sus formas.
Me encantó la frase del final es muy cierta; incluso diría que lo más importante del camino brilla en la oscuridad.
Besos desde el sur!
Es un tema tan controvertido...
ResponderEliminarNadie queremos vivir así, todos tendríamos ese pensamiento si lo vivieramos en primera persona pero cuando es un amigo al que le ocurrió es tan duro despedirse de él, pero pienso que en estos casos hay que verse reflejado en los ojos de esa persona que sufre como tu sufriría, asi que pienso que si alguien quiere irse debe hacerlo con la mayor dignidad posible.
Muy buen relato, da para debatir. BESITOS :)
Hemos nacido con el derecho al libre albedrio y lo podemos y debemos usar cuando nos plazca en cualquier circunstancia que nos ataña.
ResponderEliminarTranquila, quédate tranquila, algunas veces en el silencio se encuentra la mejor respuesta.
Sigo en mi pausa, sólo he venido para quitarte la angustia.
Miles de besos mi niña.
Hola Midala :)
ResponderEliminarMe ha parecido un tanto triste porsupuesto, pero bonito por toda la ayuda que le dan sus amigos y familiares. Y sobretodo, me impresiona la facilidad con la que describes una situación asííí..
Como siempre que leo algo tuyo, me ha encantado.
Siempre escribes algo con algun significado moral.
Besoos guapaa *.*
Buena entrada, todo aquello que me haga pensar es bienvenido Midala. En mi humilde opinión creo que no podemos juzgar acerca de una situación que no hemos vivido, desconocemos nuestra forma de actuar en un momento semejante (Dios nos libre), por eso no puedo decantarme. Un beso amiga ;)
ResponderEliminarYa estoy lloriqueando. Si es que me has dejado impactada con tu historia. Yo haría lo mismo por un ser querido. Lo mismo que querría que a nadie le temblase la mano si yo estuviese en esa situación.
ResponderEliminarUn abrazo lleno de ternura, Midala.
Una historia dura, de esas que cuando acabas de leer y de haber reflexionado sobre todos los puntos de vista, te hacen preguntarte: ¿Qué harías tú en una situación así?
ResponderEliminarPor otro lado, lo has presentado todo con mucha naturalidad, sin dramatismos exagerados, y creo que con bastante objetividad, cosa que me ha gustado mucho...
Pues venga, espero impaciente más historias! Un gran beso!
A mí también me gustaría que llegado ese momento, me dejasen partir de esa manera.
ResponderEliminarBesos, Midala.
Difícil tema que has tratado con espléndida naturalidad y buena narrativa de principio a fin. ¡Te doy mi enhorabuena!!!
ResponderEliminarCuídate y se muy muy feliz.
Abrazos positivos.
Triste su realidad, pero estaaba rodeado de amigos. Un haermosa manera de partir, lleno de amor. Escrito de una forma muy amena y sencilla, me gusto!
ResponderEliminarEs un tema delicado que no debería serlo, porque si nuestra mascota sufre, lo hacemos con pena pero sin dudarlo, para que no sufra, y ninguna protectora de animales, n i ningún ecologista dudará de que es una buena acción, nadie protestará, porque no quiere que sufra, pues una persona... lo mismo.
ResponderEliminarEs un tema delicado, pero cada uno tenemos nuestra opinión, y esa es la mia.
Curioso, super curioso, no esperaba este resultado niiii de broma. Contaba con algunos a favor y otros tantos en contra pero....todossss a favor??????????Niiii de broma!!! Perdón,todos menos uno, que sus razones valiosas tendrá al igual que las tenemos los demás. Por supuestiiiiiiisimo,yo opino lo mismo que vosotros. Cada cual es muy libre de hacer con su cuerpo lo que le venga en gana sin molestar al de al lado.Milllllllllll besitos y milllll gracias a todos por dejar vuestra sincera opinión
ResponderEliminarHe leído un par de relatos y son muy buenos. Gracias por compartirlos.
ResponderEliminarLa vida es sagrada, pero hay circunstancias en las cuales es muy difícil seguir viviendo y las fierzazs no son suficiente
ResponderEliminarUn placer conocerte.
Abrazos.
Querida Midala, estas muy necrologica, antes lei Pensamientos de un parado desesperado. La vida es dificil, son tan reales tus relatos que me asustan
ResponderEliminarUn abrazo