RÉQUIEM POR LOS AMIGOS

 "Hace muchos años…mi vida estaba rodeada de amistades. Hoy, sin saber el motivo, he recordado a todos ellos…los que fueron pasando por mi vida y los que más me marcaron..Fueron muchos los que entraron y salieron y los que dejaron huella, de los cuales aprendí muchas cosas…buenas y malas, pero las malas las olvido y dejo solo las buenas. Las risas y la complicidad, el cariño y el respeto, el dar sin esperar nada a cambio, las conversaciones de horas y horas sin parar de hablar…el timbre del teléfono a altas horas de la madrugada para decir tan solo lo importante que es alguien en tú vida. Ese era el gran secreto de la amistad. El cultivarla día a día. Hoy…recuerdo a todos los que algún día fueron mis amigos.

 Cuando era pequeña, tenía mi pandilla de amigas, con las que disfrutaba mucho. Íbamos con la bicicleta a merendar...lejos de donde nos estaba permitido...y era para nosotros ¡como una aventura de los cinco secretos! Eran los libros que leíamos y devorábamos en la biblioteca de mi pequeña ciudad. Fue una  época maravillosa. La recuerdo llena de color y alegría. Andábamos en bicicleta a todas horas...no había coches por la ciudad como ahora...ni tantos peligros...o eso pensaba yo. No teníamos otros problemas en la cabeza nada más que jugar y ser felices. Y yo lo fui.

Pero un buen día...a mi padre lo destinaron a otra ciudad. Y de nuevo...nuevas amistades. Buenas de las de verdad. Con ellas crecí y me hice adolescente. Con ellas surgieron las primeras dudas, los fracasos y las victorias en los estudios. Los primeros amores. Desengaños. Bodas y nacimientos. Años muy agitados y alegres, llenos de optimismo, quizás por nuestra temprana edad...quizás por los acontecimientos. Me casé...tuve a mis hijos...y mis amigas también...era una amistad forjada a base de alegrías y penas. Pero una amistad bonita donde fuimos creciendo juntas. Pero el destino nos tenía deparada otra nueva separación. Algo que dices...algo que haces...algo que molesta a alguien...y...adiós amistad. Son baches que te pone la vida, y tienes que saberlos sobrellevar. Yo lo supe hacer bien, quizás por no sentirme culpable. La vida pone a cada uno en su lugar y el tiempo me lo demostró. En la actualidad, la “amistad” continua. El respeto y el cariño perduran por encima de los acontecimientos. Fue culpable la vida... Pero todo eso da igual...el pasado quedó atrás...y de nada vale mirar hacia atrás. 

Después surgen nuevas amistades, cuándo ya no crees en esa palabra. Amistad. Eso no existe cuándo la vida te vapulea. Yo ya no creía en ella. Pero sí, surgió de nuevo otra bonita amistad. Durante muchos años fue una amistad fuerte y pensaba que duradera. ¡Esta sí que era para toda la vida! Qué equivocada estaba...duró muchos años...años muy buenos. Lo compartíamos todo. A pesar de mi miedo y desconfianza al comienzo, ya que la palabra amistad ya no estaba en mi registro. Pero resultó ser una buena persona. Y fueron años llenos de risas y llantos... incertidumbres...alegrías. Los hijos iban terminando los estudios...pasaban a la universidad...todo eran consejos, risas y a veces desesperación con ellos. La vida fue transcurriendo y los años fueron pasando. Llegamos a la edad adulta pensando que ya nadie iba a romper esta amistad. Y...de nuevo el destino te la juega. El destino jugó con nosotras al escondite durante unos meses. Ahora sí somos amigas...ahora de nuevo no...No supimos arreglar las diferencias surgidas de forma tonta y boba. Y ahí se perdió la amistad. Y el contacto con los hijos. De nuevo cerré los ojos y dejé pasar todo. Si algo no está bien atado...se deshace. Eso quiere decir que nuestra base de amistad no era como pensábamos. Buena y fuerte. Pero fue bonita mientras duró.

 Los años siguen transcurriendo y cualquiera de mis amistades sigue teniendo una parte en mi corazón. Las segundas, retomaron de nuevo el diálogo. No había sido culpa mía...ni de ellas. Solo que el destino lo había querido así. Estaba bien...solo me importaba que me escucharan, que escucharan mi versión de los hechos. Y lo hicieron. Y volvió la armonía. Y los llantos y los "perdones" aunque yo no tenía nada que perdonar. Sabía que eran cosas de la vida. No se puede vivir con rencor...Yo no tenía nada que perdonar a pesar de que era la que había salido perdiendo. Una amistad como esa no se olvida en la vida. Ni se le tiene nada en cuenta. Nunca les tuve rencor, solo una inmensa pena por lo perdido. A día de hoy, hablamos, como cualquier persona. La amistad está en el corazón. Pero ya no puede ser lo mismo. Sin embargo está bien así...Todo es cíclico...unos van y otros vienen.... 

De mi tercera amistad nunca más volví a saber nada de ella. Tampoco siento rencor ni rabia. Ocupó mi corazón muchos años, fue un pilar muy importante en mi vida. Pero llegó un momento en nuestras vidas en las que no nos comprendimos. Pensábamos que lo compartíamos todo, como así era, pero...a veces...uno necesita su espacio particular, donde relajarse y hacer lo que le apetece. Nunca debemos compartir una amistad al todo por el todo. No...La amistad tiene que tener sus espacios...sus huecos de soledad.... Significó mucho para mí. Pero...quién sabe...quizás la palabra se pueda retomar...pero la amistad...ya se rompió y no se puede pegar tantas veces. Pero bien sabe Dios que cada una de las personas que pasaron por mi vida fueron importantes, tanto o más que mi propia familia. Porque cuando me entrego a una persona, lo hago de corazón, dándolo todo y esforzándome día a día para que todo sea mejor. Pero la vida pone trampas...y...si no sabemos saltarlas... la amistad se resquebraja y se rompe.

Y hoy...a mis 82 años...puedo decir que la amistad es algo cíclico. Unos van pero otros vienen. Y también puedo decir que no creo en la amistad. La amistad, desde el punto de vista de esta anciana ya cansada, es que las cosas son muy bonitas en los cuentos y libros. Pero en la vida real...siempre estás solo. Yo gracias a dios, aún tengo a mi lado a mis mejores amigos, mi marido, mis hijos y mis nietos.

No hay mejor amigo ni padre que uno mismo.

» Jean de la Fontaine  (1621-1695) Escritor y poeta francés

Este relato es para escuchar con esta música. El enlace es el siguiente. Copiar y pegar.

Mozart - Requiem - Karl Bohm

http://youtu.be/jqkMbk8eX6Y