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martes, 21 de junio de 2011

¿Creer.....o.....no creer?

No es que sea supersticiosa, es que ese día me pone los pelos de punta. 24 de junio. Día de San Juan, día de meigas y bruxas. La noche más corta del año. Fuego de las Santas Compañas, mal de ojo, negros hechizos, olor de los muertos, truenos y rayos. Aullido de perro, pregón de la muere, hocico del sátiro y pie del conejo. Eso se dice en la noche de San Juan, delante de una queimada y una hoguera, en Galicia.

  Hacía años, que temblaba cuándo dicho día se acercaba. Un 24 de junio, un coche había matado a mi perro. Y ahí comenzó  mi mala suerte en el día de San Juan. Al año siguiente, ese mismo día, me dejó mi novio. Llevabamos cinco largos años juntos. Y escogió ese día para dejarme plantada. Un año después, me explotó la olla rápida y me destrozó la cocina. Doy gracias a que estabamos viendo la televisión en ese momento. Un año después, el 24 de junio, un borracho empotró su coche contra el mío.

Hoy es día 23. Ya tengo mis planes para mañana. He tenido todo un año para pensar que voy a hacer el día de San Juan. Ya avisé en el trabajo. No iría a trabajar. Ya no tenía coche. Y tampoco novio. Me quedaría en casa, en la cama. Sin moverme. No podría pasarme nada . Eran las 11 de la noche del día 23. Me preparé para estar todo el día en mi habitación, en la cama. Me llevé un cartón de leche a mi habitación, y galletas, palomitas y coca-cola, chocolate y cacahuetes. Necesitaría chucherías para poder pasar la horas de angustía.
Apagé todas las luces y desenchufé todos los aparatos eléctricos. Apagé el gas. Comprobé todos los grifos y cerré la llave de paso del agua. Puse a cargar mi móvil y lo dejé en la mesilla de noche. Nada podía pasarme. Estaba ya todo controlado.

Me metí en la cama a las 12 menos un minuto. Este año, sería el final de mi mala racha.

El vecino del cuarto, un piso más arriba, estaba viendo la televisión. Estaba acostado en la cama. Se estaba quedando adormecido. El cansancio estaba haciendo mella en él. A ratos cerraba los ojos. Tenía un pitillo encendido entre sus dedos.......

De la muerte y la suerte, no hay quien se escape.

4 comentarios:

  1. Vaya un cúmulo de circunstancias desafortunadas.

    Comparto tu sentencia final, nos llega a todos.

    Besos

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  2. De muchas cosas podemos escapar, pero de la mala fortuna y de la muerte..tiene razón el refrán..es muy dificil.Besitos y feliz dia de san juan!

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  3. Sigue gustándome tu libertad autoral, sin tiranizar a personajes ni historias, todo contado con naturalidad y, hay que decirlo, dejando al lector con disyuntivas. ¡Bien por ti!
    Mil felicitaciones.

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  4. Gracias Julio, si, intento contar las cosas con cierta sensibilidad y dejandoos para que podais intuir el final.Mil besos

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