José Manuel, el niño

Cristina, cada vez que iba de compras a Zara, se encontraba con el mismo crío pidiendo a la puerta de un mercado. No es que fuera mucho por allí, pero coincidía que siempre que iba, lo veía. Una tarde, se acercó a él y le dijo si quería un bocadillo. El niño no tendría más de 20 años y la pena embargaba a Cris. El niño, le respondió que tenía hambre y que sí quería un bocadillo,pero no de jamón serrano. Eso hizo que Cristina, entrara en el super y le comprara un bocadillo, y fruta y agua. El quedó muy agradecído. Y Cris..quedó mejor con su buena acción. Días después, volvió a pasar y lo volvió a ver. Ya se paró a hablar con él y le contó su vida,o parte de ella. Venía de andalucía y estaba aquí sin trabajo y durmiendo en la calle. No tenía ropa y pasaba frío. Cristina, decidió mandarlo a cáritas., y comprarle su merienda habitual.

Pasaron los días y Cris un día paseando con su amiga Paula, se lo volvieron a encontrar. Le preguntaron que tal estaba y como iba todo. A lo que él ,respondió, que todo íba mal. Lo tenian que operar pero no lo operaban hasta que encontrara un hostal en el que poder pasar la recuperación. Una vez realizada la operación, que por lo visto no era una cosa sencilla, tendría que tener un sitio donde recuperarse. Cris y Paula, decidieron darle el dinero para que el niño, Jose Manuel, fuera a buscarse un hostal para poder pasar por lo menos un mes. Y le dijeron que intentarían ayudarlo en lo posible. Una buena señora, le había regalado un movil muy viejito, pero que funcionaba, por lo que Cristina,le pidió el número para estar en contacto con él e ir a visitarlo al hospital y atenderlo después entre las dos.

Se fueron preocupadas para casa y Cristina, decidió llamar a Cáritas, donde le dijeron, que el niño, Jose Manuel, no necesitaba operación, no necesitaba hostal, necesitaba su droga diaria.

Esta historia es tal real como la vida misma, me ocurrió a mí y me seguirá ocurriendo.

La obra humana más bella es la de ser útil al prójimo. Sófocles