Poderoso caballero es don dinero

Abrió la ventana y el frío glacial entró en su casa para congelarlo todo. Miró a lo lejos y vió todo lo que no quería ver, la envidia...el egoismo...la maldad....la lujuría...la prepotencia...la sobervia...Cerró la ventana de golpe .Esa misma sensación la había tenido hacía una semana y había terminado llamando a su amigo y arreglando una serie de asuntos que había estado maquinando.

Su vida no era tan mala y al abrír la ventana imaginó que todo era peor de lo que él pensaba.€l era un hombre de negocios sin escrúpulos, hacía lo que fuera por ganar dinero y pisaba a quién tuviera que pisar sin importarle las consecuencias. Su mejor amigo, era él mismo, pués enemigos los tenía por doquier. Pero eso no le cogía desprevenido, sabía que en el mundo financiero, los enemigos salen por todas partes,como lo hacen los problemas y las injusticias.

Su mujer,era quién realmente vivía bien. Ignoraba la realidad de su trabajo y lo que implicaba el tener dinero. No se puede tener dinero trabajando limpio. El dinero se consigue aplastando y machacando a tú enemigo. Ella desconcía las prácticas que él tenía que hacer para ser el número. Ella solo gastaba lo que él ganaba. Iba de fiesta en fiesta y comida en comida. Su vida era relajada pero él así lo quería, era una mujer amante de su familia y de su casa. Llevaban 15 años casados y el nunca le había sido fiél. Sin embargo ella lo comprendía y respetaba en silencio su decisión de irse con cualquier mujer con tal de que volviera a casa. Ella sí que le era fiel, era una mujer de las que ya no quedan. Pero...de todo se cansa uno, hasta de lo mejor.

Fuera, en el frío de la noche, Rober, amante de Lidia, se prepara para asesinar al señor Orellano. Una vez, desaparecido el señor Orellano, Lidia heredaría todos los bienes de su marido, sus empresas, sus casas, sus fincas...sus cuentas corrientes. La vida que les esperaba sería llena de lujos. Había camelado a Lidia con el paso de los años, y eran amantes desde hacía una eternidad. Había tenido que soportar cosas que no le gustaban, Lidia realmente le daba asco. Pero todo sería por la buena vida que le esperaba, después....ya veríamos...lo principal ahora era el marido.

Lidia, había entrado en su casa sin que su marido se enterara. Sabía que dentro de 10 minutos exactos, su amante entraría en su hogar .Sacarse a los dos de un plumazo iba a ser lo mejor que le podía pasar. Se puso un pasamontañas, en el fondo,no quería que le vieran su cara. Esperó a que el amante entrara en casa,con su pistola en la mano y cuándo se vió frente a su contrincante, le disparó un tiro certero. Al marido de Lidia no le dió ni tiempo a reaccionar. Cuándo vió un intruso en casa iba a gritarle cuándo le llegó la muerte. Lidia salió de la oscuridad, se puso enfrente de él y le disparó. Ya estaba!!!No había sido tan dificil!!Le puso su pistola a su marido en la mano, realmente era de él, por lo que nadie tenía que sospechar nada.

Ahora sería la viuda más triste del planeta!!Haría su papel a la perfección hasta que se abriera el testamente y...voila!absolutamente todo sería de ella!!

Unas semanas antes, el señor Orellano, había sentido una sensación extraña al percatarse de las crueldades que estaba haciendo por dinero. Su mujer, no era como él. Era de otra pasta. Ella tenía un corazón enorme y sabía que si cambiaba su testamento y donaba casi todos sus bienes a la Iglesia, se sentiría orgulloso de él.

PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO

Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Francisco de Quevedo y Villegas