En el nombre del mal (II parte)

"Las revueltas comenzaron con la crisis y cada día eran más intensas. Afectaban a todos los países ya. Las manifestaciones eran diarias y duraban horas, terminaban con montones de muertos y eso servía para que el día siguiente se volviera a repetir la manifestación en memoria de los caídos. Era un caos a nivel mundial. Empezó a escasear la comida y se hacía acopio de todo tipo de alimentos que encontrábamos para poder llevarnos algo a la boca. Los supermercados empezaron a cerrar por motivos evidentes, faltaba quién los abasteciera. La policía nada podía hacer en un país donde todos estábamos en pié de guerra. Comenzó el pillaje y el saqueo a los comercios y farmacias. Los hospitales estaban llenos y no admitían a nadie más. Los médicos trabajaban en turnos de 24 horas seguidas sin parar. Los políticos no sabían qué hacer y sencillamente desaparecieron. Tan solo quedaba el presidente de la nación que cada día daba un pequeño repaso a lo que estaba ocurriendo y llamaba a la calma. Se comenzaron a saquear los bancos y con el dinero en la mano nos reíamos de los banqueros y acumulábamos cuántos más billetes mejor, pero de nada nos servía el acumular billetes, no teníamos nada que comprar. Por lo que comenzamos a abrir las cajas fuertes de los bancos. De ahí salían joyas y más dinero, papeles comprometidos que en estos momentos ya no comprometían a nadie. El mundo entero estaba sumido en una profunda crisis difícil de parar"

El Bien y el Mal se miraban de frente, los ojos del Mal reían fuego y los del Bien lloraban lágrimas.

- Mira tú mundo, los dejamos actuar solos, eso es lo que son, Bestias salvajes que me nombran como si el culpable fuera yo. Míralos, cometen fechorías y son avariciosos, no distinguen el bien del mal. Convéncete. El Mal, habita en ellos.

- Dales tiempo -decía el Bien- ellos no son así, están guiados por la desesperación y el miedo. En algún momento tienen que actuar con sensatez. Tú no ganarás esta partida.

"Ahora esto ya no ocurría solo aquí, sino también en otros países. El mundo era un caos difícil de parar. Los partes del gobierno decían que era mejor no salir de casa, se habían asaltado las fábricas de armas y la gente iba armada y sin control, guiada por el odio y la rabia, había saqueos, robos y violaciones. Lo que empezó siendo una manifestación a nivel mundial contra el número de parados actuales, terminó siendo una guerra mundial. Todos los países estaban en alerta máxima. No había ni vuelos, ni trenes... nuestro mundo se estaba derrumbando. La avaricia de unos pocos y al final de todos había conseguido que el mundo entero sufriera la peor revuelta mundial del siglo. Después comenzaron las "culpas". Si el problema había comenzado en tal país o en tal otro, si había sido un problema a nivel mundial, si la codicia de unos cuántos nos había llevado a esto. Salían nombres a relucir y nombres a la palestra. Hasta que pasó lo que tenía que pasar. Un país que tenía bombas atómicas, lanzó bombas en distintas direcciones. No fueron una ni dos. Y el mundo como lo conocíamos nosotros....se desintegró. Todo se volvió negro y oscuro. El sol desapareció y el fuego lo arrasó todo,el mundo quedó sumido en silencio y en la tiniebla, con el desaparecimos todos los seres vivos de la tierra."

"Mira ahora, ya no queda nadie, ni buenos ni malos. Se terminó la maldad porqué ellos mismos se aniquilaron. No queda nada de ese mundo, ni seres vivos ni plantas. Se encargaron de que no quedara nada en pié. "

Los ojos del mal estaban inyectados en sangre. La sangre de la victoria, la sangre de la avaricia, de la soberbia, de la maldad, de la lujuria. El había ganado. La maldad habitaba en el hombre y ellos mismos habían provocado su aniquilación final"


Aunque supiera que mañana el mundo fuera a desmoronarse, de todas maneras plantaría mi manzano. Martín Lutero