En el nombre del mal (I parte)

"Vosotros me pusisteis mil nombres distintos para limpiar vuestras conciencias. Vosotros, que os creéis que yo existo, tan solo habito dentro de vosotros. Lo afirmo rotundamente. Estoy dentro de vosotros. No me llaméis por ningún nombre, no tengo nombre. Vivo acurrucado en vuestros corazones y vosotros me nombráis cuándo la maldad sale a relucir. La maldad, sois vosotros mismos. No me pongáis nombres, sois vosotros los que cometéis las maldades, no digáis " Es el demonio", no, el demonio sois vosotros mismos.

Vosotros fuisteis los encargados de discriminar por el color de piel a vuestros semejantes, los tratasteis como esclavos durante siglos, los denigrasteis como personas y los humillasteis como seres humanos. Vosotros, tirasteis la bomba en Hiroshima. Estabais por encima del bien y del mal, os creíais Dioses, y matasteis a miles de personas. No importaban las consecuencias, había que ganar la batalla. No fui yo, fuisteis vosotros. Volvisteis a ser vosotros, lo que torturasteis y matasteis a millones de personas por su religión. Usasteis las muertes más brutales que se pueden imaginar, para ser los más poderosos. En nombre de Hitler cometisteis las mayores atrocidades y maldades. Aniquilasteis familias enteras sin importaros ni la edad ni el sexo. Durante años vivieron el horror en su propia carne. El horror por ser judíos. ¿Lo entendéis? No soy yo, sois vosotros la maldad, sois vosotros los que cometéis los actos más despiadados, sois vosotros los que matáis a vuestros semejantes, los torturáis, los aniquiláis."

El, se levantó y mirándole a los ojos le dijo " Nosotros estudiamos hasta dar con remedios para las enfermedades. Nosotros, también somos los que curamos a los enfermos. Nosotros en el nombre de Gandhi enseñamos que la violencia no lleva a ninguna parte. Enseñamos a rechazar la lucha armada y abogamos por la no violencia y el respeto a la vida. En el nombre de Teresa de Calcuta, sacrificamos nuestra vida y cuidamos de enfermos, moribundos y huérfanos durante 45 años."

-Señores- dijo una voz profunda y helada- nunca van a llegar a ningún tipo de acuerdo. Démosles un voto de confianza a los dos, y dejemos al ser humano ser como él es. Solo el tiempo les dará la razón, o a uno, o al otro .Vamos a ver qué es lo que en el Hombre predomina, si el bien hacer, la generosidad, la solidaridad, el altruismo o si por el contrario, predomina, el egoísmo, la avaricia, la envidia, la soberbia, la venganza...dejemos al hombre libremente y comprobemos quién habita en el Hombre.-

Una sensación de frío recorrió  toda la estancia y los tres hombres se levantaron. El primero sonreía, mirando hacia el infinito, sabiéndose ganador. Sus ojos eran del color del fuego, pero desprendían un halo de frialdad y malicia, sabedor de ser el ganador de la batalla. Era un ser malévolo y eso es lo que transmitía y según él contaba, habitaba dentro de los Humanos. Por el contrario, la otra persona, generaba un halo de paz y sosiego a su alrededor. Sus ojos eran cálidos y desprendía mucho amor. Ahora,- pensaba el tercer hombre- toca ver como se desenvuelve el ser humano por sí mismo, veamos que predomina en él, si la maldad o el amor.

Se escuchó una carcajada sonora y fría, y el ambiente se congeló. Había estallado la Tercera Guerra Mundial.


Nunca es tarde para bien hacer; haz hoy lo que no hiciste ayer. Refrán popular español.