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domingo, 22 de abril de 2012

La historia negra de los balcanes




Todo comenzó en la primavera. Hasta ese momento, nuestra vida era normal...como la tuya... pero de pronto...las distintas religiones y las distintas etnias que hasta ahora convivíamos juntas, comenzaron a chocar. Las religiones siempre fueron motivos de discordias en muchas guerras, pero...nosotros vivíamos en el siglo XX y las guerras estaban olvidadas...eran cosas del pasado. Imposible entrar en una guerra. Pero entramos. Serbios y croatas peleamos, nuestro odio era milenario y nuestras ganas de pelear intensas. Yo tenía 11 años y supuso un duro golpe para mi conciencia. Imágenes que nunca olvidaría en caso de que saliera con vida....francotiradores...asesinatos de amigos...vecinos...compañeros de colegio...Todo eso ocurría ante la pasividad internacional. Yo perdía a mi familia, a mis padres...a mis amigos...y a nadie le importaba nuestra guerra, vi como violaban a las mujeres y a los niños los subían al campanario de la iglesia, con una ballesta, "jugaban" a ver quién los "clavaba" mejor en ella....vi como mujeres y hombres eran abatidos por francotiradores por el mero hecho de estar allí...vi como mataron a mis padres y a mis hermanos por ser bosnios pero antes, violaron a mis hermanas y a mi madre varias veces, a mi hermana pequeña la reventaron. Solo tenía 8 años...


Yo escapaba .Era lo único que sabía hacer. Correr a todas horas sin un rumbo fijo. Vivía en donde podía, por el monte...escondido entre las zarzas... A veces, muchas veces, oía tiros y tenía que escapar de nuevo, cuando ya estabas habituado a tu sitio. El frío en invierno era horroroso. No sé como lo pudimos soportar. Si encontrabas algún cadáver estabas de suerte, le quitabas su ropa y tenías algo ponerte encima. Éramos unos pobres desgraciados, muertos de frio y hambre, escapando todo el día de las balas, de una guerra que ni me iba ni me venía, yo solo quería estar con mis padres y mis hermanos. No me importaban ni los croatas ni los serbios, ni las religiones ni nada, solo me importaba volver con mi familia y era algo que nunca podría volver a hacer. Estaba yo solo en el mundo. Por eso corría y corría, escapando del espanto y del odio, de la mezquindad y de la ignorancia, de la falta de diálogo y de la falta de lógica. Una guerra en el siglo XX era inconcebible y menos en Europa.


En una de mis muchas carreras por los bosques, escapando de tiros y de gritos, metiéndome entre hojas y barro, descubrí algo que me horrorizó tanto, que tardé muchos años en poder volver a dormir dos horas seguidas.  Escapaba de tiros y de conversaciones que oía. Sabía que los tenía cerca porque los oía hablar, y yo corría y corría. Bajando una cuesta empinada, llena de zarzas y barro, lloviendo a mares, resbalé y fui cayendo, dándome golpes con las piedras y con las ramas, pero debo de decir, que en el medio de la caída, oí la voz de mamá que me decía "no tengas miedo, vas a ver algo que tienes que solucionar tú. Se valiente amor mío". Cuándo por fin aterricé en el barro, me vi rodeado de cadáveres por todas partes....Era un agujero inmenso  y había cientos de cadáveres y yo estaba entre ellos. Me quedé allí muy quieto, lleno de barro, simulando ser un muerto más, porque los tenía encima de mí. Venían con camiones a echar a los cadáveres a la fosa. Cayó gente por todas partes, vaciaron varios camiones...dios mío yo estaba entre ellos...podían ser mis compañeros de clase....mis vecinos... ¿que nos estaba ocurriendo? Mientras, arriba los soldados se reían y pegaban tiros a los muertos por si alguno estaba con vida. Yo estaba aterrado por si una de esas balas me daba a mí. Aterido de frío y de asco, tenía encima de mí el cadáver de un niño pequeño, sin cara, y yo vomitaba en silencio....callándome mi terror y mi asco. El hedor era insoportable, y si movía un poco los ojos podía ver cadáveres destrozados, piernas, cabezas sin troncos...Cerré los ojos y vomite hasta el alma, hasta que mi cuerpo quedó vacío. Y juré que esto tenía que saberlo alguien más que yo. Porque estaba muy escondida esa fosa en el monte...y seguro que nadie lo sabía.


Cuándo me quedé solo, pude levantarme y ver aquello. A mis 11 años supe que esas cosas no deben de pasar nunca más. Decidí volver a correr espantado y aterrado, llorando sin poder controlar mi ansiedad, mi pulso se aceleraba y el miedo se apoderaba hasta de mis entrañas. Había estado una hora en una fosa común....Nunca más volví a ser yo, el joven de 11 años risueño y cariñoso, alegre y dicharachero. Era un espectro corriendo todo el día, viendo sombras y tinieblas, cadáveres y fantasmas. Mi miedo me hacía ver hasta a mis padres a lo lejos...allí...en el fondo del bosque....era donde los veía, y con 11 años los llamaba a gritos y lloraba, quería que vinieran conmigo. Aunque tengo que decir que los presentía a mi lado, olía el olor de mamá y la pipa de papá, notaba su presencia a mi lado. No me llamen loco, quizás eran mis ganas de niño de no sentirme solo y aterrado. Mis ojos habían visto lo que sus ojos seguramente nunca verán, ruego a ese Dios si es que existe que no les haga pasar por lo que nosotros pasamos.


Pasé muchos días corriendo, descansando solo por la noche en medio de matorrales o en cuevas. Mi meta era encontrar a la Cruz Roja y decirles lo que había visto.


Muchos meses después, me encontré con un puesto de la cruz roja y les conté todo. Sé que se armó algo de follón pero yo era incapaz de entender cosas que decían, sobre la ONU...que no sabía ni qué era eso.

Poco después terminó la guerra. Y sé que la aportación que yo hice sobre las fosas comunes había sido muy importante, porque también pude dar datos de la gente que había vaciado los camiones...pude describir sus caras, las de todos....las tenía grabadas...sus risas...sus tiros sin piedad a los ya muertos...jugaban a disparar a ver quién le daba primero en la cabeza a tal muerto o a tal otro...


Hoy....soy un gran corredor. Esa es mi profesión actual. Gané varias medallas y espero seguir ganando muchas más. Pero el premio más importante que recibí, fue cuándo denuncié la fosa común y a la gente, que allí tiraba los cadáveres de ancianos, niños...mujeres... Hoy han sido juzgados y tienen cumplen su sentencia. Ruego a Dios que sea la última guerra del mundo, no vale la pena perder una familia por la religión o la política o las ideas....la familia vale más que todo eso.

Esa imagen horrible que me sigue persiguiendo todas las noches de mi vida...esa fue mi mejor carrera ganada, denunciar esa fosa común. La de la verdad.

Por supuesto,es una historia inventada por mí, pero que puede ser perfectamente cierta.Ojalá estas barbaries nunca más se repitieran, pero... como humanos que somos...somos barbarosssssssssssss y como animales enjaulados, defendiendo ideas...religiones...territorios...color de piel...idioteces que no valen tanto como las vidas que se pierden. Con todo mi respeto, es mi opinión.


Preferiría la paz más injusta a la más justa de las guerras.

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Marco Tulio Cicerón (106 AC-43 AC) Escritor, orador y político romano.

19 comentarios:

  1. Querida Midala, es tu invención pero no quedan dudas que han pasado semejantes horrores
    Relato muy bien logrado
    Un abrazo

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  2. Sin dudas que sí, en la actualidad todas las guerras son alimento del poder (y un negocio financiero) y la razón supuestamente inmaculada donde se apoya su destrucción no es más que una excusa para cegar a los pueblos de odio.

    El poder siempre se alimenta de odio o de indolencia.

    Un fuerte abrazo.

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  3. Ese relato tuyo es tan palpable que se está viendo a un niño de 11 años soportar lo que cuenta, como si fuera un video o una peli. Y además sucedió y sigue sucediendo demasiadas veces.

    En Africa se está produciendo día a día eso que aquí cuentas. Y nadie se molesta ni en enterarse.

    Es una maldición para la Humanidad el exterminar al diferente en opinión religiosa o política, pero son las dos causas básicas de toda hecatombe criminal.

    Perfecto, Doña Midala.

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  4. Siempre se ha dicho que la realidad supera la ficción, tu ficción es dura y los mas optimistas podríamos decir que estas cosas no pasan pero es incierto, todos sabemos que pasa, desgraciadamente hay cantidad de historias así...
    La has redactado muy bien Midala!!!

    pd: La religión y la políticas... Que peligro!!!

    Un fuerte abrazo :D

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  5. Puede ser real por que no? Estoy de acuerdo con Juan y Javier en que todo es dinero, corrupción y poder.

    Besotes!!!

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  6. Que horror.
    Y no hace tanto de todo eso.
    Comentaba en otro blog hace una rato sobre aquel edificio de Sarajevo que salia en las noticias, en el que se apostaban los francotiradores y disparaban sobre todo lo que se movía.

    Que especie más horrible somos.

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  7. He visto la escena de caer en la fosa de cadáveres en la película "Tras la linea enemiga", otra película que me gustó sobre los Balcanes es "La resistencia" un poco larga, pero me gustó mucho.

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  8. Muy buen relato Midala. La guerras siempre son inutiles y sin causa. Parece mentira que en el siglo XX pudiera haber ocurrido tales hechos de sinrazón y crueldad. La Religión debería unir y no separar...querer y no odiar. La antigua Yugoslavia se convirtió en un auténtico polvorín de rencores en el recuerdo y de ajuste de cuentas despediado.
    Un abrazo, Midala.

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  9. Hola, no era yo la que llevaba la moto, es mi amiga seguidora y que fue monja misionera en África, hoy está en España por enfermedad , pero no para de hacer cosas buenas.
    tu relato muy logrado, pero me espanta que es tan real como ficción
    Gracias
    Te dejo un beso
    Sor.Cecilia

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  10. La guerra divide, si no no hubiera guerra. UN relato dignificante, para preferir la paz. La necesidad de una pedagogía de paz, Un abrazo. Carlos

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  11. La única guerra que acepto, es la del combate cuerpo, piel a piel, beso a beso a la hora de hacer el amor. Un abrazo. Carlos

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  12. La única guerra que acepto, es la del combate cuerpo, piel a piel, beso a beso a la hora de hacer el amor. Un abrazo. Carlos

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  13. Todo el horror de la guerra reflejado en un relato tan real que lo vives y sientes el dolor y la crudeza que vivió ese niño.
    Una guerra que nunca debió suceder.


    Un cálido abrazo

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  14. Midala,tu manera de meternos en el relato es impresionante,de veras.
    Me gustó muchísimo tu manera de expresarte.un relato muy bueno.
    Un besazo enorme y muchos besos.Hasta pronto

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  15. Pues si, seguirán ocurriendo, porque hay humanos inhumanos, porque como sucedía en antaño los líderes deberían acudir a la guerra los primeros, al frente, así se lo pensarían mejor un beso guapa ;)

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  16. Comparto tu opinión.

    Lo peor de todo es que pese a todo, no aprendamos.

    Besos, Midala.

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  17. Desgraciadamente hay muchas guerras como esa, solo que esta nos pilló más cerca que otras, fue en la rica Europa. Me viene a la memoria otra guerra sangrienta y tan dura como esa, fue la que enfrentaron a hutus y tutsi en un lugar desconocido como es África, la mayor parte de este continente ha sufrido guerras similares,apenas se conocen, son negros y se encuentran muy lejos del mundanal primer mundo, esta guerra se produjo en Ruanda y fue considerada como "el genocidio de Ruanda". Se calculan entre 500.000 y 1.000.000 de muertos que equivaldrían al 11 por ciento del total de la población de ellos el 80% de los tutsis que vivían en el país.

    Un buen relato que me ha hecho recordar este otro horror.

    Un abrazo.

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  18. Perfectamente cierta,sí,seguro que sí.
    Gente que ha estado o vivido una guerra,cuenta tamañas atrocidades,barbaridades,injusticias y crueldades tan comparables a las tuyas,que tu cabeza parece haberte dictado una devastadora realidad que aún sucede en muchos lugares por mucho que lo olvidemos.
    Terrible.
    Besos.

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  19. !!Hola,midala!!

    Una historia fascinante con una carga emocional increible.
    Las guerras solo traen beneficios al q vive de ellas,los damnificados siempre son los mismos,,,los inocentes.

    Gracias guapisima por tus palabras de animo,me alegra leerte.
    Besos a millones,midala

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