Iba a ser un bombazo. Habíamos quedado todas las mujeres de la
familia, para reunirnos en un hotel de Francia. Sabíamos que algunas iban a tener
problemas pues o los niños eran pequeños para dejarlos o el trabajo o mil
disculpas que pondríamos pero...este año por fin íbamos a ir juntas a Francia.
Nos íbamos a juntar diez mujeres, entre madres, hermanas, sobrinas y alguna que
otra prima cercana.
Por fin llegó el
día tan soñado. Yo quedé con mamá de recogerla en casa y ya íbamos juntas al
aeropuerto. Mis hermanas iban por su lado y mis sobrinas harían lo mismo. Estábamos
realmente nerviosas, parecíamos niños con zapatos nuevos y la ilusión nos hacía
reír a carcajada sin tener ninguna excusa para esas risotadas nerviosas.
El hotel es
espectacular. Mi hermana Ana, que fue la que hizo la reserva, se encargó de
escoger un buen hotel, ya que era la primera vez que hacíamos este tipo de
escapadas, queríamos que fuera algo único en todos los sentidos. Mamá pululaba
por todas partes del hotel besuqueándonos a todas y riéndose a cada momento.
Estaba pletórica de alegría. Pronto comenzaron a llegar mis sobrinas y mis
primas, y como no, alguna de mis tías. Al final nos juntamos 15 mujeres, pues
vinieron mis primas las de Valencia y las de Oviedo, mis tres tías y nosotras
que ya éramos 6 hermanas. Estábamos muy alegres y decidimos que ese fin de
semana sería inolvidable. Mi hermana Ana, tenía ya su itinerario previsto para
realizar un viaje relámpago por Paris, que por supuesto era irnos de compras
todas. Y lo hicimos por los alrededores de los campos Elíseos, que es donde se
encuentran las tiendas más exclusivas, Nina Ricci, Coco Chanel entre otras. Fue
una tarde divertida en la que nos gastamos muchísimo dinero, porque voy a decir
lo contrario. Pero mamá nos animaba a todas a probarnos la ropa o las joyas y
muchas de las cosas nos las regalaba ella. Siempre decía lo mismo "para
una vez que logramos reunirnos...gastar lo que queráis". La situación de
cualquiera de nosotras era buena económicamente y decidimos disfrutar de
nuestro viaje de mujeres.
Durante la cena
del viernes, todo fueron risas y bromas. El ambiente era de lo más cálido y
acogedor. Nos encontrábamos muy a gusto todas juntas y hablábamos de todo y
todas a la vez. Recordamos a la abuela y al abuelo que seguro que desde el
cielo nos daban la enhorabuena por la buena idea de hacer un viaje todas las
mujeres juntas. Los abuelos habían sido unas personas maravillosas que nos
habían inculcado el amor a la familia y ahora los echábamos de menos. Bebimos
quizás de más y reímos también de más, y a la hora de acostarnos, cada una se fue
para su habitación feliz.
A la mañana
siguiente, teníamos programado ya el itinerario y nos sentamos a desayunar
todas juntas a las 9 de la mañana. Yo me senté al lado de mi madre y de mi
hermana Berta. Estábamos todas cansadas pero radiantes de felicidad. Berta y yo
comenzamos a hablar de mi marido y de mis hijos, de los suyos y de su
suegra....teníamos una conversación entre hermanas muy animada y dicharachera.
Pero algo dijo Berta que no me cuadraba. ¿Como sabía Berta que mi marido
trabajaba hasta tarde dos días a la semana? Directamente se lo pregunté a lo
que ella se puso muy nerviosa. Ahí sí que yo comencé a ponerme tan bien un poco
exaltada y a preguntarle porque lo sabía ella. La mesa quedó en silencio y solo
se nos oía a ella y a mi discutir. Mamá se metía de vez en cuando por el medio
para aplacar los ánimos, pero yo ya estaba muy nerviosa porque estaba viendo
que algo ocurría y parecía que yo no lo sabía.
Berta se puso muy
nerviosa y comenzó a gritarme:
- Pues si, es
cierto, tú marido tiene una aventura, porque lo vi salir de un hotel hace dos
meses por la noche.
El silencio era
sepulcral. Toda mi familia miraba directamente a su desayuno sin levantar la
vista. Se acababa de estropear todo nuestro viaje.
- ¿Quién era ella
Berta? ¿Era más joven que yo? ¿Más guapa? dime lo que viste. - Le gritaba yo a
mi hermana llorando. Y... ¡es que no me podía imaginar a mi marido poniéndome
los cuernos!
Berta no sabía dónde
meterse y ante mis súplicas y mis lloros, una de mis hermanas se levantó
dijo:
- Conmigo. Es
conmigo con quién tenía una aventura.
Mamá se desmayó y
yo salté por la mesa impregnándome de chocolate y bollos todo mi vestido de
Chanel, pero fui directa a los pelos de mi hermana. No podía ser... ¡MI
HERMANAAAA!!!
Y ahí se terminó
nuestra gran aventura y nuestro viaje desde luego inolvidable. Cada una se hizo
las maletas por su lado y nos fuimos marchando del hotel.
Mi hermana y mi
marido tenían una aventura y era sabido por todo el mundo menos por mi madre y
por mí. A partir de ese momento, dejé de pertenecer a mi familia y emprendí una
vida en solitario con mis hijos, y por supuesto, con mis padres siempre a mi
lado, pero de mis hermanas, me olvidé para siempre que por nuestras venas
corría la misma sangre.
Lo que había comenzado como una aventura apasionante, había terminado como el rosario de la aurora. Desde luego...si lo que pretendíamos era no olvidarnos de ese viaje...¡Lo conseguimos!
Lo que había comenzado como una aventura apasionante, había terminado como el rosario de la aurora. Desde luego...si lo que pretendíamos era no olvidarnos de ese viaje...¡Lo conseguimos!
El matrimonio es una barca que lleva a dos personas por un mar tormentoso; si uno de los dos hace algún movimiento brusco, la barca se hunde.
Leon Tolstoi (1828-1910) Escritor ruso.
Oye yo que estaba pensando al principio del relato en un viaje a París que hicimos mi ahijada y yo solitas (pagué más de 300€ de exceso de equipaje a la vuelta, no digo más jaja).
ResponderEliminarMenos mal que yo no tengo hermanas.
Besos, guapa.
¡¡¡Viaje Inolvidable!!!
ResponderEliminarLo que empezó en unión y risas, acabó en separación y pesadumbre.
Muy buen Relato, maravillosamente narrado.
Un abrazo.
QUE BONITO EMPEZO Y ME MAL TERMINO, LO SIENTO. NIL BESOS
ResponderEliminarUna historia como otra cualquiera de muchas familias, donde al final salen a relucir los trapos sucios...la aventura de una de ella con su cuñado,tampoco es de extrañar...un besote preciosa...como siempre me gustan tus relatos.
ResponderEliminarJODÓ, Midala, qué problemón ludico-familiar has montado.
ResponderEliminarYa lo decían los antiguos que poco hay que fiarse de las veleidades de las mulleres, pero es que tú las pintas como arpías traidoras. Claro que estas cosas también suceden y otras más complicadas se ha visto u oído.
Bonito viaje familiar.
Menuda bomba esa reunión de damas !
ResponderEliminarMark de Zabaleta
Un relato tragicómico este que nos regalas, Midala.
ResponderEliminarSi no fuera porque conozco más de una historia real muy similares a esta, alabaría tu imaginación. Hay cosas que -a pesar de mis años- aún me cuesta entender.
Un abrazo,
Fijate Pedro...yo creía que era una historia muyyyy original jajjajajajajja y estoy viendo...que de original nada de nada.Fijate en los comentarios...varias mujeres se reunieron ya con familiares en hoteles lejanos para realizar viajes juntas,aunque solo sea eso...ya hay dos que lo hicieron,y ahora tú dices que conoces historias similares,osea...muyyyyyyyyyyy malllllllll jajajajjajajaja muyyy mal por Midalita!!!!!!
EliminarBesitos Pedro,me parece increible que conozcas historias así y mássss a tu edad...lo que tú dices...
Se habrá comprado una peluca no? Menudo perifostio!
ResponderEliminarBesotes!
Vaya MOVIDA!!!!
ResponderEliminarY como es la tradición aquí también parece que ella es la última en enterarse.
Un viaje inolvidable!!
Besos :)
Que hermana, si ya se habia comportado mal por lo menos hubiera esperado de finalizar al viaje
ResponderEliminarMuy bien llevado Midala
Un abrazo
Jesús jesús que textos. Esas cosas no se hacen a la familia hombre, que desconsideración y que tragedia para el resto de la vida.
ResponderEliminarQue mala doña midala, ¿como se te ocurrió esta historia? jajajaj
Saluditos.
Bueno Midala, qué fin de semana en París más Inolvidable!!
ResponderEliminarEspero que al menos el tiempo acompañara, ¿o tampoco?
Muy divertido. Besos.
Hay veces que las familias no saben comportarse. Cuando se reúnen puede dan lugar a este tipo de cosas. Por cierto me acabo de topar con tu blog que no conocía.
ResponderEliminar¡Madre mia vaya viajecito!!! Yo si te felicito Midala...no me imaginaba algo así...ha sido toda una sorpresa.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo super positivo.
¿Sabes? tu historia es genial y tu forma de recatarla más aún, te diré que no sé si es real o verdadera, pero, también te diré que en casi todas las familias ocurren éstos episodios ( nunca olvidaré el de mi padre con mi tía) , a quien mi madre amorosamente le había dado albergue luego de su separación, en fin, así es la vida, una jungla más peligrosa que la selva...
ResponderEliminarBesitos en el alma
Scarlet2807
no todo lo indeleble es candoroso je! Aprecio mucho
ResponderEliminarla manera en que acercás el registro a la coloquialidad.
Salud!
La familia a veces es mejor no reunirlas.....
ResponderEliminarun fuerte saludo
fus
Es que a quien se le ocurre irse con la familia...
ResponderEliminarMejor ir con cuervos.
Saludos.
Mi querida amiga, no te voy a engañar diciéndote que he leído tu relato y hacerte un comentario. Estoy liada estudiando literatura clásica para escribir mejor.Estoy feliz en Argentina y Alma Mateos, es una gran hermana, amiga y maestra.De ella estoy aprendiendo.
ResponderEliminarDiscúlpame que no te lea, pero te quiero por lo que tú eres.
Mil besos de ternura
Por suerte, no tengo hermanas...
ResponderEliminarbesos, Midala.
"La traición siempre llega de quién menos lo esperamos, pues de lo contrario, sería mera estupidez de nuestra parte"
ResponderEliminarNAPOLEÓN BONAPARTE
!!Hola,Midala!!
ResponderEliminarUn precioso relato,me ha gustado.
Muchísimos besitos,midala