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jueves, 23 de noviembre de 2017

MI VIDA SE APAGA


Es increíble. No sé cómo me ocurrió, pero, aquí estoy. Tirado y temblando de frío. Creo que me quedé dormido mientras conducía. Fueron unos segundos, los suficientes para que se me fuera el coche en una curva y aquí estoy yo, sin poder moverme. Escucho voces a lo lejos que me llaman, pero no puedo contestarles. Me duele todo y sangro bastante. Creo que es el miedo que me atenaza y me impide que salga la voz. Tengo la cabeza inclinada y veo perfectamente como estoy. Atrapado dentro de los hierros del coche. Cerca oigo el ruido de un río y escucho el correr del agua. Si soy capaz de centrarme solo en el correr del agua...creo que llegaré a relajarme mientras no llega algún tipo de ayuda.

 Veo que unas personas están intentando bajar por el terraplén, quiero decirles que tengan cuidado pero no me sale la voz...Los veo bajar, y a una mujer la veo arriba muy nerviosa con el móvil en la mano y manteniendo una conversación. Intuyo que está llamando a la ambulancia, que realmente... ¡falta me hace! A mí alrededor está todo lleno de sangre. Una de las personas que bajaba ya está a mi lado. Es un hombre joven, de unos 24 años, que solo da vueltas a mi alrededor y musita ¡Dios Mío! como si con eso fuera a arreglar algo. Quiero decirle que espabile, que me haga un torniquete en las heridas, que veo demasiada sangre. Pero sigue sin salirme la voz, y el joven no hace nada más que llevarse las manos a la cabeza y musitar. Ya están llegando más personas, y entre ellas varios hombres adultos. Eso me tranquiliza, y a ver si deja el chaval de decir Dios Mío ¡porque va a conseguir ponerme nervioso! Un hombre mayor se acerca a mí y me mira, se lamenta. Vuelven los lamentos. Aquí parece que me tocaron los más tontos de la carretera. En vez de hablarme y tranquilizarme...de intentar cortar las hemorragias que tengo...todos musitan como si...¡¡¡¡ no los viera y oyera!!!! A lo mejor piensan que estoy desmayado. Es que ya no se qué pensar. Ya están conmigo un grupo de personas, alguna se sientan lejos del coche, dicen que esperan a que llegue la ambulancia. Una mujer joven se acerca a mí, y me da la mano.¡¡ Menos mal!! Alguien tiene por fin una reacción lógica. Otra de las personas, busca por el coche, dice que mi móvil, le oigo comentar. ¡Era lo que me faltaba! Si llaman a mis hijos y les dicen que he tenido un accidente y estoy sin sentido, les pueden dar un susto de muerte. Si es que...estoy casi al lado de mi casa. Estaba  llegando. Después de un viaje de horas...me duermo a dos minutos de mi casa. ¡Qué estúpido soy! Pues...el bueno del señor encontró el móvil y está llamando. Escucho toda la conversación. Es uno de mis hijos. Tengo a todos metidos en un grupo de wuasap y nos hablamos a todas horas. El grupo se llama Mis hijos. Nada original, lo sé, pero es lo que se me ocurrió. La mujer sigue a mi lado acariciándome y se lo agradezco, necesito alguien a mi lado. Se acerca a mi oído y me dice muy suavemente que me vaya tranquilo. ¡Esta es boba! me está enfadando. ¿A dónde pretende esta mujer que me vaya? Pretende que me deje ir y que no pelee? Esta mujer está loca. Yo pelearé por mi vida hasta el final, y tampoco estoy tan mal. Lo que necesito es ayuda médica y ya. Pero como dicen el refrán, el que espera....desespera. Y tengo que tener paciencia y esperar, pero la verdad...con esta pandilla de inútiles que bajaron en mi ayuda...poca paciencia puedo tener. Musitan...hablan entre ellos y........¡¡

- Eooooo que no estoy desmayado señoresss, ¡¡que los estoy escuchando!!

Pasan unos minutos interminables en los que todo a mí alrededor se mueve lentamente. Parecen títeres sin cabeza, no saben reaccionar ante esta situación. Y...no es que los culpe...para nada. Solo que me desesperan. Por fin veo que llega la ambulancia y rápidamente se pone todo en marcha toda mi ayuda. Por fin alguien intentará ayudarme. Solo tengo ganas de salir de esta situación ya y ponerme bien. Pero... ¿que ven mis ojos?..¡¡Son mis hijos!! Bajan el terraplén a carreras, detrás de los camilleros. Esto es como una romería. Solo faltan los gaiteros. El camillero se acerca y separa a todo el mundo. Me toca en el cuello y mueve la cabeza negativamente. ¡Otro idiota! ¿Pero no hay nadie competente en este país? .Mis hijos se acercan a mí y por fin los noto. Noto el calor de sus cuerpos, escucho sus llantos y sus palabras de desesperación. Solo mencionan mi nombre repetidas veces. Yo quiero llorar...pero no puedo. Quiero consolarlos...y tampoco puedo. Quiero decirles que los amo por encima de todas las cosas, quiero decirles muchas cosas, pero...no puedo. Quiero abrazarlos, quererlos,besarlos, decirles que los necesito, que son mi vida. Pero no puedo.
 Noto como si mi cuerpo se desplegara...el cuerpo herido queda ahí...tendido en el barro y cubierto de sangre. Y...el alma...se va del cuerpo. Estoy muerto. Ahora lo comprendo todo.

“La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es, y cuando la muerte es, nosotros no somos.” (Antonio Machado)

4 comentarios:

  1. En fin, ¿será así? Quién sabe. Es un relato en el que pensamos a menudo.

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  2. LLegara a la hora debida
    Mientras tanto no me preocupo en lo mas minimo
    Cariños

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  3. Que en paz descanse que buen relato gracias por el buen momento...

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