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domingo, 16 de febrero de 2020

EL MAL

El mal eres tú.... Tú eras una persona inquietante, malvada, perversa. No tenías  sentimientos ni empatía y te regías por la ley del más fuerte. Tú fortaleza residía en tú cuerpo, en tú mente...tú maldad te daba energía. Siempre pensabas en cómo superarte y como seguir provocando más daño a los demás. Hacías daño gratuitamente, sin importarte los sentimientos de los demás. Cuándo me enamoré de ti no sabía todo lo que podías llegar a hacer. Me parecías...alguien inquietante, me descolocabas muchas veces con tus actos y tú forma de hablar, a mí y a los demás. Eso lo vi a las pocas semanas. Ahí tenía que haberme marchado. Ahí tenía que haberte dejado. Pero tenía cierta dosis de enganche contigo. Precisamente tú me habías ofrecido todo tipo de sustancias que jamás en la vida pensaría en probar. Pero tú insistencia...terminé por sucumbir una noche fría de invierno, en la que estábamos en la cama y tú insistías e insistías. Como yo me seguía negando, te levantaste y me agarraste por el brazo, me tiraste de la cama y me diste patadas por todas partes...me arrancaste un mechón de pelo. Me agazapé en un rincón mientras tú seguías y cuándo quedaste agotada...me lo ofreciste de nuevo. Lo agarré sin saber muy bien qué hacer con eso. Pero tú risa histérica y esos ojos desencajados me hicieron espabilar e imitarte en lo que tú hacías. Hice lo mismo que tú y pedí perdón a todos mis seres queridos por lo que iba a hacer, pero no tenía escapatoria. Ahí estaba ella, histérica, con un su bidón de sabe Dios qué, saltando y bailando por la habitación . Era un baile mandito, era el baile del demonio. Ya no recuerdo más de esa noche. Pero si de los días siguientes. Primero me quise escapar, pero tú me vigilabas a todas horas y decías que ya por fin era tuyo. Esa era tú intención. Tenerme a expensas tuya. Ser mi dueña, mi ama. Y finalmente acabé haciendo lo que tú querías. Decías que me amabas, que no podías vivir sin mí y así ya me tenías a tú lado. Tú eras mi suministradora de drogas. Con el tiempo me di cuenta que no podía marcharme de tú lado, eras quién me daba lo que necesitaba, lo habías convertido en una necesidad. Perdí a mi familia, mi trabajo, mis amigos y mi dignidad. A cambio tú me dabas todo lo que yo necesitaba, y cuánto más necesitase, mejor...sabías que de tú lado no podía irme. Eras mi proveedora. Nuestra vida era un caos y yo maldecía constantemente el momento en que te conocí. No sabía cómo alejarme de ti y te necesitaba. Éramos dos despojos humanos. Tú me encerrabas en casa cuándo salías a "comprar". Yo me quedaba tirado, en cualquier sitio, daba igual, la casa era un basurero...vómitos...heces...restos de comida..botellas de vino barato...todo mezclado...como nuestra vida de mierda. Tenía la esperanza de que alguna vez hicieras cosas que no debías y te detuvieran. Sabía que lo hacías. A veces llegabas a casa manchada de sangre y nerviosa. Lavabas tú ropa y te metías en el baño y cerrabas la puerta. Yo intuía lo que habías hecho, pero por desgracia, en nuestro mundo nadie nos busca ni nadie nos echa de menos, somos una carga y un problema, somos escoria.

Y esa noche que llegaste llena de sangre y gritando lo vi claro. Solo había una forma. No quería ser partícipe de tus maldades, no quería esta vida en la que me había metido por miedo a ti. Sabía que si intentaba escapar, tendría el mismo destino que habían tenido algunos de tus colegas. Tú serías mi ejecutora. Esa noche estabas excitada de más. Me contantes lo que había pasado. Siempre decías lo mismo..."no me quedó más remedio". Tus manos ensangrentadas, tú pelo...habías vuelto a matar por la puñetera droga. Y seguían sin cogerte...Fui a por mí dosis, no merecíamos vivir, yo era tan culpable como tú. Me acosté y cerré los ojos. Vi las cara de mis padres y recordé mi niñez. Los besos de mi madre, y los abrazos de mi padre, los días en los que íbamos al río a bañarnos y poco a poco la vida se me iba escapando. Me sentía feliz y en paz. Cuándo te diste cuenta ya era tarde para todo. Gritaste enfurecida y me pegaste llena de ira. Ya me daba igual, la vida se escapaba por segundos, pero sí me dio tiempo a ver que en tú desesperación...hacías lo mismo que yo. Y fue una liberación. El demonio, también se iría a la tumba conmigo. Cerré los ojos y...me fui.

La malicia de los unos nace siempre de la estupidez de los otros. (Hugues-Bernard Maret)



6 comentarios:

  1. A veces no queda mas remedio que tomar la decisión correcta, cueste lo que cueste. Saludos.

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    1. Si...pero la falta de caracter y amor propio creo que influyen mucho a la hora de tomar decisiones. Desde fuera...decimos "te largas, esa mujer...no es buena ni para tí ni para nadie" pero...te ves dentro...manejado...manipulado...y las decisiones no son ni mucho menos las acercatadas. Gracias por comentar

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  2. Un relato crudo, pero lleno de muchas verdades, las drogas son la ruina de cualquier persona .
    Un saludo .

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    1. Si...me costó escribirlo. Pensaba en toda la gente que se fue por éste maldito tema y me costaba ser tan cruda pero...es la realidad muyyyy adornada. Bajas a los infiernos no creo que sea tan bonito como este relato...Gracias por leerme y comentar. Mil gracias. Felíz día

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  3. Una historia muy triste, pero lo que más tristeza me produce, es saber que éstas situaciones ocurren de verdad. La droga llega a cambiar a la persona al 100%, y lo peor de todo, es que cuando quieres volver a ser lo que fuiste, puede ser demasiado tarde. Destruye familias, y en muchas ocasiones, es complicado saber como actuar. ¡Magnífico Midala! Has sabido recalcar con detenimiento una situación crítica para muchas personas. Por desgracia, he vivido una situación parecida, y es tan decadente e impotente ver como una persona a la que quieres se va consumiendo por una mierda así..que hace que te plantees muchas cosas, y no puedes permitirte el pensamiento de rendirte, si lo haces tú, provocarás que el drogadicto también tire la toalla.
    Un besitooooo de metadona!! jajajajajajajjaaj

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    1. Muy duro Bastet...una cosa es escribirlo y otra...vivirlo!!!!!!Siempre tenemos a alguien cerca que nos recuerda que ese mundo.....ni de lejos!!!!Besitos

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