Hay un
exceso de población, eso es evidente. Ahora vendría la frasecita de mi padre
"demasiada gente en el planeta, ahora estallará una guerra. Es la forma de
eliminar gente". Pero...ahora ya no hace falta llegar a eso. Ahora está la
propagación de los virus., bacterias y productos químicos imposibles de
controlar en contacto con el aire para la población. Y en esas nos encontramos
ahora. Con un famoso virus pululando por la población mundial. A ese tema
vamos... de pronto, me vi inmerso en un mundo lleno de virus y bacterias, a los
que yo era completamente "alérgico". Tengo misofobia, o sea...fobia a
la suciedad. También padezco bacteriofobia, fobia a las bacterias. Soy perfecto
para vivir en un mundo lleno de contaminación. Me encanta todo lo terminado en
fobia, parece algo creado para mí. Poseo todo tipo de fobias amen de las ya
nombradas. Mi vida se reduce a mi casa, no salgo a la calle. Nunca. A esa...se
la llama agorafobia. No tengo animales. Ni uno. A esta, zoofobia. acluofobia
fobia a la oscuridad. Mi casa siempre está con luz, durante el día y durante la
noche. Y podría seguir enumerando unas cuantas más pero al final me resulta
hasta aburrido el tema y...tengo miedo a tener fobia a...las fobias!!
Yo vivo y
trabajo desde mi casa. Aquí solo estoy yo y no entra nadie más. La comida me la
dejan en la puerta. Yo no tengo relación con nadie, y las personas que entran
(mis padres, hermanos y sobrinos) tienen que cumplir un "protocolo"
si quieren entrar. Todo lo tenía controlado y todo estaba en orden. Sabía que estábamos
teniendo problemas con un nuevo virus, y mi miedo y fobia se acrecentaban a la
hora de que entraran mis familiares en casa, ya que los "protocolos"
para entrar ahora serían distintos y más complejos. Pero las cosas iban por
donde yo quería o eso pensaba. Un día me llamó mi sobrino, que venía a verme.
Perfecto. Llamó a la puerta y le di las instrucciones para poder entrar. Igual
suena extraño pero nosotros ya estábamos habituados a esto. Adriano pasó y
cuándo iba a cerrar la puerta, entró una romería de gente. Así como suena.
Aquello era una romería. Entraron unas 5 o 6 personas y yo entré en pánico.
Nadie tenía puestas mascarillas y seguramente no utilizaron el desinféctante que
había dejado en la puerta. Y para colmo venían con un perro, fue lo último que vi
ya que comencé a respirar agitadamente. Entré en crisis y me desmayé. Cuándo me
recuperé, estaba acostado en el sillón y tenía un montón de ojos jóvenes mirándome.
Eran los amigos de mi sobrino. Todos tenían sus ojos puestos en mi cara, me
respiraban encima y me clavaban su mirada. ¡¡Incluso uno me tocaba el brazo!! Y
el perro estaba a los pies del sillón, mirándome también como si fuera un
payaso de circo. Las luces estaban apagadas y las persianas bajadas. Querían
realizar un experimento y ver que le ocurría a ese ermitaño cuándo le ponía las
cosas difíciles. Volví a entrar en pánico y a gritar que se fueran, pero esas
miradas juveniles y llenas de picardía y curiosidad me observaban. Volví a
repetir la jugada y me desmayé de nuevo. Al volver en sí, el perro ya había
cogido confianza y estaba encima de mi barriga observándome. Diré a su favor
que no pesaba, era un perro mini o como se les llame. Empuje al perro y me
senté en el sillón gritando de nuevo. Los jóvenes me miraban como el que mira
algo que jamás vio. Y claro...jamás habían estado en contacto con nadie con
tantas fobias como yo. Yo miraba sus manos...sus ropas...solo veía gérmenes y bacterias
por todas partes.¡¡ El perro se había subido a mi sillón y a mi ropa!!
Terrible. Mi sobrino pedía perdón desde una esquina y con ojos llorosos me
decía que eran sus amigos y que no sabía que iban a entrar. Me habían pillado
infraganti, con la guardia bajada por completo. Y de pronto recordé las
palabras de mis psicólogos. Las fobias se curan con una exposición al problema.
Era cierto que quizás esta segunda crisis no había sido tan fuerte como la
anterior. Y ahora...me estaba permitiendo el lujo de contemplar a esa pandilla
de imberbes que me miraban con ojos desorbitados, entre risas y codazos.
Tengo que
decir a mi favor que mi esfuerzo fue brutal. Pero...después de un transcurridos
unos instantes para que pudiera hacer mis ejercicios de relajación, los mandé
sentarse a todos y pedí una explicación.¡¡ La cara de mi sobrino era un cuadro!!
Debió de pensar que me los iba a comer con patatas a todos. Lejos de eso...haciendo
un brutal esfuerzo, seguí en el salón con todos escuchando. Solo querían ver al
tío raro de Adriano. ¡¡Querían comprobar cómo era!! Manda narices. Querían
saber si tenía algo extraño. Nunca habían visto a un ermitaño, me dijeron. Me
puse detrás del sillón alejándome un poco de la contaminación ambiental, y les mostré
como soy. No tenía nada de extraño, era igual que ellos pero con una enfermedad
que me limitaba. Con este rollo quiero decir...me había expuesto a mis fobias.
Todas a la par. Perdón, no me había expuesto. Me habían expuesto que era lo más
gracioso. Y ahí estaba yo...en mi casa, con todo cerrado y a oscuras, con un
perro asquerosamente sucio, y un montón de jóvenes atolondrados, llenos de
virus y gérmenes. Y mi mente no paraba de gritar que lo estaba controlando. Que
siguiera así. Y...quise irme a mi habitación y gritarles de nuevo que salieran,
quise comérmelos como si de un lobo habláramos...pero seguí allí
sentado..."dándole la vuelta a la tortilla"...intentando sacar
provecho de la situación en la que me veía inmerso. Y...me complace
decirles...que mis fobias están superadas. Que agradezco a Dios que aquel día
los amigos de mi sobrino quisieran ver a su tío el raro...el ermitaño metido en
su cueva de Aladino. Gracias a ellos...mis fobias se superaron. Y le debo a
esos "imberbes" mi salto a una nueva vida, mi salto a la vida.
¡¡Ah!! Y...me
olvidaba de contarles. Tengo un perro en mi casa.
Lo pasado ha
huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo.
Yo les tenia fobia a las gatos, ahora tengo cinco. Que quieres que te diga, todo se supera, la mayoría de las veces solo depende de nosotros mismos. Un abrazo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Por eso hice este relato. Las personas con fobias...se que parece imposible. Pero...la única forma es la exposición al problema. Y..yo también le tenía fobia a los animales. ¡¡Y ahora también tengo dos animales de cuatro patas encantadores que no puedo vivir sin ellos!!Como lo logramos?? No existe otra forma...meterlos en tú casa y...tal cuál el relato. A la hora...¡¡fobia curada!!!Gracias por comentar y por leerme.
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