La mayor verdad de todos los tiempos.

Mi procedencia es la oscuridad, el desconcierto, el llanto incontrolado, el miedo...él es el que abre las puertas del pavor, el horror...  el espanto....a veces la valentía y otras la cobardía. Desde tiempos inmemoriables, habito entre vosotros, me hago un hueco en vuestras entrañas y procuro poseeros. Soy listo, muy listo. Y vais buscando curas. Entre 1.918 y 1.920 hice una de las mías, logré que entre 50 y 100 millones de personas, perecieran en todo el mundo por mi causa. Muchas de sus víctimas fueron jóvenes y adultos saludables, y animales, entre ellos perros y gatos. Fue una de las mayores pandemias de gripe que la historia nunca olvidará.

Otra enfermedad que nunca se olvidará, es la tuberculosis. Nació hace 20.000 años, se cree que fue una de las primeras enfermedades de las que se tiene constancia. La epidemia de tuberculosis en Europa, probablemente iniciada a comienzos del siglo XVII y que continuó durante 200 años, fue conocida como la Gran Plaga Blanca. La muerte por tuberculosis era considerada inevitable, siendo en 1650 la principal causa de muerte. La alta densidad de población así como las pobres condiciones sanitarias que caracterizaban a las ciudades europeas y norteamericanas, eran el ambiente ideal para la propagación de la enfermedad.

Siempre estáis en plena batalla conmigo. Me presento, soy la enfermedad mortal, contra la que lleváis luchando desde el principio de vuestra  humanidad. Tengo muchas caras y muchos nombres... cólera.... malaria... sida... infartos... ébola... lupus... peste... tuberculosis.... poliomielitis.... paludismo...
Vosotros buscáis curas.

La OMS ha tenido logros de gran importancia tales como la eliminación de la viruela en 1980, gracias a una campaña de 10 años y, con la cooperación con otros asociados, la eliminación de la poliomielitis en América en 1994, lo que ha sido el primer paso para lograr la erradicación mundial de esta enfermedad antes de finalizar el 2005.

Pero siempre vendrán otras nuevas. Vuestra esperanza de vida, cada vez es mayor, pero yo siempre estaré presente en alguna de las enfermedades contra la que vosotros luchareis. Tenéis muchas caballos de batalla.... el cáncer os está volviendo locos....el tabaquismo os trae de cabeza...la obesidad...siempre estaréis luchando contra mí. Algunas batallas las ganaré yo, y otras vosotros, pero no os olvidéis de mí.
Quizás tengais suerte y seais de los que ni me acerco a vosotros, pero pensar que en cualquier momento puedo daros un abrazo....mis abrazos son gélidos....y dejo mucho dolor...mucha rabia y tristeza, de ello me alimento. No dejéis que mi aliento fétido y mis entrañas purulentas se os aproximen porque una vez que lo haga, estaré dentro de vosotros hasta el final de vuestros días.

Cuidaros....disfrutar al máximo de vuestra vida, es vuestra obligación, vivir como si cada instante fuera el último qué vais a estar sobre la tierra, vuestros proyectos cumplirlos siempre, no dejéis nada para el día siguiente...no os olvidéis de repartir el amor que tenéis dentro hacia las personas que queréis, porque yo....voy a estar ahí, y cualquier día....puedo romper vuestros planes.

Os aseguro que soy inflexible, duro y sin escrúpulos. Las lágrimas y el miedo son mis aliadas.

Por eso os recomiendo....ser felices mientras…yo os dé permiso.

Advertir la vida mientras se vive, alcanzar a vislumbrar su implacable grandeza, disfrutar del tiempo y de las personas que lo habitan, celebrar la vida y el sueño de vivir, ése es su arte.
(Doménico Cieri Estrada)